sábado, 27 de marzo de 2010

Un trío muy esperado

El trio que empezó como un deseo de mi esposo ya era mi deseo también y esperabamos con ansias a que llegará ese momento, cada uno para cumplir sus fantasias

Muchos hombres fantasean con la posibilidad de estar con dos mujeres en la cama y mi esposo no es la excepción. Se registró en una página de Internet y empezó a contactar a algunas chicas y ellas a él también. Yo estaba un poco ajena a esta situación, pero él tampoco se escondía para hacerlo, así que me dí cuenta cuales eran sus intenciones. Al poco tiempo había hecho contacto con una chica del mismo pueblo donde vivimos, fue entonces que empezó hablarme sobre ella y sobre el trío que le gustaría hacer. Ella solo tenía 21 años, ósea que era más de 10 años menor que yo y más de 15 años menor que mi esposo. Mi esposo empezó a insistirme para que hablara con ella, pero yo no sabía que decir. Un día la llamé y hablamos, para mi sorpresa resultó una chica muy madura, educada, no se escuchaba vulgar que era una de mis preocupaciones.

Empezamos a planear el encuentro. Hablamos en varias ocasiones de lo que estábamos dispuestas a hacer y lo que no. Yo le dije que no quería que nos besáramos. Realmente lo hacía por el placer del sexo y por explorar el estar con una mujer, proporcionarle placer y que ella lo hiciera conmigo. Por otro lado me preparaba para ver a mi esposo con otra mujer, lo cual me hacía sentir un poco incomoda. Traté de concentrarme en imaginar el momento y lo que más ansiaba era utilizar mi juguete favorito con ella. Los que leyeron mi relato anterior donde contaba que mi esposo estaba celoso de mi juguete ya saben de lo que les hablo, pero para los que no lo han leído les contaré. Tengo un juguete que mi esposo le pusó "El Skalibur", para que tengan una idea "El Skalibur" tiene dos puntas redondas grandes, con un mango donde ajustas las velocidades. No es pequeña por lo que es un poco pesada. Realmente es una maquina de dar masajes que convertí en mi juguete sexual. Con mi jueguete he llegado a eyacular y no podía quitar de mi mente cuando podría usar "El Skalibur" con ella y ver su reacción. El trio que empezó como un deseo de mi esposo ya era mi deseo también y esperabamos con ansias a que llegará ese momento, cada uno para cumplir sus fantasias.

Llego el tan esperado día, mi esposo separó una habitación en un hotel de la capital. Ella llegó luego de dos horas, estábamos un poco impacientes. Yo estaba muy ansiosa antes de que ella llegara por qué no sabía como empezar. Cuando llegó yo estaba en el balcón, cuando entre la ví por primera vez. No era una belleza, ni tenía un gran cuerpo ya eso lo sabía por lo que habíamos hablado, pero tenía en su cara la frescura que caracteriza a las muchachas de su edad. La saludé con un beso en la mejilla. Nos sentamos en la cama los tres y empezamos a conversar. Hablamos de muchas cosas, trivialidades, que no tenían que ver con el sexo. Ya se estaban acabando los temas y nuestras caras reflejaban un poco de nerviosismo. Empezamos a hablar sobre el trío y entonces decidimos comenzar quitándonos la ropa ella y yo. Ella se quitó la camisa y el brasier al igual que yo. Mi esposo la beso en el cuello y le toco sus senos que eran casi de mi mismo tamaño. Yo le dije que se recostara en la cama, se notaba un poco nerviosa, todavía tenía puesta su falda y me dí cuenta que no llevaba nada debajo. Se la quité y yo me terminé de desnudar. Le abrí sus piernas para verle su chocha. Era muy diferente a la mía, tenía labios pequeños, era muy blanca y rosada, contrario a la mía que tiene labios grandes, es oscura, pero rosadita adentro. Estaba depilada al igual que yo. Me di cuenta que estaba muy mojada, le pase mi lengua varias veces y entonces me dirigí a su clítoris el cual empecé a devorar con mi boca, mi lengua y mis dientes. Ella empezó a gemir, mi esposo no hacia más que mirarnos, yo entonces le hice señas para que jugara con sus senos. Introdujé uno de mis dedos y luego otro. Mi esposo le apretaba los pezones y se los chupaba, mientras yo no me apartaba de su chochita. Entonces me puse de pie y ella me pidió que me acostara para ella mamármela. No lo hacía mal para ser su primera vez. Mi esposo entonces jugaba con mis tetas que tanto le gustan. Luego se paró detrás de ella y la penetró. Yo estaba recibiendo mucho placer y realmente no me preocupó ni causo ningún sentimiento en mí cuando lo vi penetrándola.

Yo realmente una vez empezamos perdí mis inhibiciones como se habrán dado cuenta. Después le dije a mi esposo que se acostara en la cama para yo montarme encima de él y le dije a ella que se sentara en su cara para que el se la mamara, cosa que hace de maravilla. Quedamos de frente ella y yo y empezamos a tocarnos las tetas y a chupárnoslas, estábamos muy calientes yo me tuve mi primer orgasmo y ella también tuvó uno. Lamentablemente ella no nos dejaba saber cuando tenía sus orgasmos, aunque yo le pedí que lo hiciera, al parecer le daba pena.

Llegó el momento de sacar "El Skalibur" , le dije que no se asustara que lo iba a disfrutar mucho. También saqué otro juguetito que le llamamos "El negrito", es un juguete nuevo es de goma con tres bolitas redondas en su punta, se utiliza para las relaciones anales, pero ahora yo quería metérselo en su chocha. Cuando le puse "El Skalibur" gimió de placer al instante en que lo puse en su clítoris. Esperé un minuto para luego meterle "El negrito" y empecé a meterlo y a sacarlo, ella lo estaba disfrutando mucho, se desesperaba por el placer que estaba recibiendo. Yo hubiese querido que gritara de placer, que se expresa más por que en su cara veíamos como lo estaba disfrutando. Luego ella me lo quiso poner a mí yo casi me vengo de solo sentirlo estaba muy excitada grité y eyaculé sin poder aguantar mas.

Hicimos varias posiciones y usamos de nuevo "El Skalibur" , esta vez mi esposo la penetro mientras yo lo ponía en su clítoris. Ella levanto sus manos en señal de desesperación y placer, me gustaba verla así. Ella me dijo que le encantaba y que quería uno como ese. Después solo estuvo unos minutos más y dijo que ya era suficiente y aunque nosotros hubiésemos seguido, dejamos que se fuera. Disfrutamos mucho la experiencia, pero pienso que por su edad estaba un poco cohibida, o quizás es su forma de ser en la cama. Yo espero en algún momento hacer otro trío, con una mujer mayor para tener una experiencia diferente y poder compartir con ella mi juguetito.

(c) SWEETPR

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