martes, 29 de junio de 2010

Nuestra primera vez en un Club Liberal (Nuria)

Nuestra primera vez en un Club Liberal (Nuria)

Hola, recientemente he tenido mi primera experiencia en un local liberal, y voy a contarlo, a petición de algunas personas, que han leído el de mi marido y les gustaría ver mi versión.

Mi marido llevaba casi dos años insistiendo en ir a un local liberal, pero yo, como siempre, me negaba rotundamente, nunca antes me había pasado por la cabeza hacer algo así, y la verdad, en algunas ocasiones llegue a pensar que era porque no le daba lo que necesitaba, pero nada más lejos de la realidad, simplemente era una fantasía que tenía.

El día que accedí a ir mi chico estaba tan nervioso que ni siquiera pudo dormir, cosa extraña, porque yo, que solo iba por darle el gusto y no sabía lo que me iba a encontrar, dormí como un bebé. Recuerdo que antes de dormirme él me preguntó, si vamos al cuarto oscuro…….y antes de terminar la frase le conteste, nada de caricias con nadie, ni besos ni nada de nada. A lo que él contesto que no había problema, haría lo que yo quisiera hacer y nada más.

Cuando llegó la noche me arreglé, me puse una faldita cortita con una camisa de botones bastante estrecha y sin sujetador, con los botones desabrochados para que se viese mi pequeño escote, ya que soy de poco pecho, luego unas medias hasta el muslo, las que más le gustan a mi marido y como guinda final, mi tanga de la noche de bodas, él me miraba y no se lo creía, ¿cómo podía estar tan tranquila? Ni yo lo sé.

Salimos hacia allí, en 15 minutos ya estábamos en la puerta del local, ahí, sí que me empecé a poner nerviosa, ¿Qué me iba a encontrar? ¿Cómo sería la gente? ¿Realmente serían tan respetuosos cómo decían? Y lo que en ese momento más me preocupaba, ¿encontraría a alguien conocido? Muchas preguntas que en un momento se me iban a resolver gratamente.

Entramos y un chico nos explicó cómo funcionaba todo, de gran ayuda para unos principiantes como nosotros. Luego un señor, supongo el dueño, nos empezó a enseñar las instalaciones, primero, donde estaba la barra con la pista de baile, yo no sabía a dónde mirar, estaban todas las mujeres vestidas muy sexys, incluso en ropa interior, con camisones transparentes y yo pensando que iba demasiado atrevida, pero el ambiente era muy bueno y en ningún momento me hicieron sentir incómoda, al contrario, nos presentaron a varias parejas, que imagino serian habituales y todos muy agradables.

Luego pasamos a los reservados, el hombre nos explicó que podíamos estar ahí tomando una copa o haciendo lo que quisiéramos, si nos sentíamos incómodos, podíamos cerrar las cortinillas, y así nadie nos vería, cosa que me tranquilizó bastante. De ahí fuimos a la parte del cine, una sala con camas donde proyectan películas porno toda la noche, y al lado el cuarto oscuro, la gran fantasía de mi marido. Cuando él lo vio se le abrieron los ojos como platos, y enseguida miró dentro, para ver si había alguien, pero estaba vacío, así que seguimos el recorrido a la planta baja, donde estaban las taquillas y las camas. Una sala con dos grandes camas y otra más, un poco mas apartada y más pequeña, para 2 ó 3 parejas como mucho, pero también estaban vacías, a lo que el hombre nos dijo que aún era muy temprano, pero aún así, mi marido estaba excitadísimo, si por él hubiese sido, ya habríamos estado en la cama o en el cuarto oscuro, pero yo preferí ir a tomar una copa a los reservados. Y sí lo hicimos.

Durante todo este trayecto mi marido no dejaba de sonreír, parecía que le habían pintado la sonrisa en la cara.

De camino a pedir la copa, nos presentaron a otra pareja, muy guapos los dos, y como todos allí, muy simpáticos. Al fin estábamos en los reservados. Nos sentamos y empezamos a comentar el local, los dos estábamos de acuerdo, nos gusta.

Ya acomodados y más tranquilos empezamos a besarnos, toque el miembro de mi marido, para ver si realmente estaba tan excitado como parecía, y vaya que si lo estaba, parecía que iba a romper el pantalón, eso sí que me excitó, así que seguí tocándolo por encima del pantalón a lo que él respondió metiéndome la mano bajo la falda. Llegó un momento en que él me dijo que le era muy complicado tocarme sin que se me levantara la falda, a lo que yo le respondí que no me importaba, allí estaban todos haciendo lo mismo, y a todas ellas se les veía más de lo que se me pudiera ver a mí, eso le excitó tanto que empezó a tocarme por todas parte, me desabrochó la camisa y me besó los pechos, me puse tan caliente que tuvimos que parar un rato, para poder recuperarnos un poco.

Mientras descansábamos, oímos unos gemidos, una chica de los reservados de la parte del fondo, miramos hacía allí, y vimos que estaban las cortinas cerradas, esa mujer gritaba de placer como nunca había oído antes y como no somos de piedra terminamos poniéndonos muy cachondos así que volvimos a lo nuestro, nos besamos y acariciamos por todas partes. Cuando volví a tocarle la polla sentí que estaba como una piedra, así que sin perder tiempo se la saqué del pantalón y empecé a besársela. Notaba como estaba de dura, y como latía en mi boca, los gemidos de la mujer cada vez se oían más fuertes y más seguidos, entre más gritaba más calientes nos poníamos y más aún cuando mi marido me dijo que había un hombre al lado que no me quitaba los ojos de encima, eso nos dio tanto morbo que decidimos dejar los reservados e ir al cuarto oscuro.

Mi marido decidió que era mejor ir desnudos, así que fuimos a las taquillas y nos quedamos desnudos, solo con un pareo, que realmente, no tapaba mucho, ya que eran transparentes, pero en ese momento nos daba igual, estábamos demasiado calientes para andarnos con tonterías. Fuimos al cuarto oscuro, yo estaba un poco nerviosa, por lo que pudiera ser, pero nada más entrar mi marido comenzó a besarme y apretarme contra su polla y mis nervios volvieron a desaparecer. Él me besaba con mucha pasión, y se apretaba contra mí como si quisiera meterse dentro de mi cuerpo, mejor fue cuando nos dimos cuenta de que había un trío, dos hombres y una mujer, a nuestro lado, eso hizo que nos diera aún más morbo.

Al rato de estar ahí, entro una pareja, así que decidimos acercarnos, ya que el deseo de mi marido era meternos mano con otra pareja en el cuarto oscuro, nada más pensar que se le iba a cumplir la fantasía no lo dude, nos pusimos a su lado y seguimos con lo nuestro, a lo que la otra pareja respondió acercándose a nosotros, de repente note una mano en mi espalda que no era de mi chico, él tenía sus manos en mi culo, es algo que me excita muchísimo, y al subirlas por mi espalda encontró la del otro, así, que mi marido apartó las suyas para dejar camino libre al desconocido que bajo hasta mi culo, yo me estaba poniendo cada vez más caliente, y no sabía porque, mi pareja también, hasta que me di cuenta que la chica estaba acariciándole la polla a mi marido, él estaba encantado así que no dije nada. Después de estar un buen rato tocándonos me dio por tocar a la chica, le metí la mano por la espada y baje hasta su culo, donde encontré la de mi marido, eso lo excito más, estábamos que no aguantábamos más, así que decidimos irnos a las camas, por supuesto invitamos a la pareja a ir con nosotros, y así lo hicieron.

Una vez en la sala de las camas me di cuenta que ya había alguna pareja, miré, quería ver como lo hacían los demás, como se movían se tocaban, se besaban, nunca lo había visto así, y me encantó. Nos metimos en la cama con la otra pareja, nosotras en el centro y los chicos a los lados. Sentí unas manos que no paraban de tocarme, me tocaba las piernas y subía hacía los muslos, a lo que yo respondí abriéndolas para que llegara a donde quisiera, aunque realmente me di cuenta de quién era cuando abrí los ojos y vi a mi lado a mi marido, con sus manos en mis pechos. Lo miré, y vi que no le molestó, así que deje que el desconocido me metiera los dedos, no le fue difícil, estaba tan mojada que seguro entraron solos. Mientras movía sus dedos dentro de mí, yo besaba a mi marido y notaba sus manos acariciándome todo mi cuerpo, pellizcándome los pechos, suavemente, y besándomelos, me corrí enseguida, pero el desconocido no sacaba sus dedos de mi vagina totalmente mojada, seguía moviéndolos, y yo seguía con ganas de más, así que me viré para la chica, y vi que estaba con los ojos cerrados y la cara mirando hacía mi, su cara de placer era absoluta,. En ese momento le dije a mi chico que por favor me hiciera el amor, pero antes de que lo hiciera me volví a correr.

Aparte la mano del otro chico y mi marido se puso entre mis piernas, me agarro de las rodillas y me elevó, para poder meterme bien hasta el fondo su polla, dura, gruesa, a punto de explotar, cuando lo hizo me dio un escalofrío por todo el cuerpo, lo estaba deseando desde hacía mucho tiempo, el otro hizo lo mismo con su mujer, la mire, y vi que tenía intención de besarme, así que a la vez que nos follaban, ella y yo nos besamos, eso fue impresionante para los chicos, se quedaron asombrados y cuando yo me corrí, enseguida se corrió mi marido, que ya no aguantaba más, creo que fue uno de sus mejores orgasmos, el verme besar a otra chica fue la guinda del pastel, nunca se le olvidara. De hecho, aún lo recuerda, y cada vez que lo recuerda se pone como una moto. Estuvimos allí un rato y luego nos fuimos al baño.

Cuando salimos del baño volvimos y nos sentamos en unos sofás, no podíamos dejar de mirar a una pareja, ella con un cuerpo precioso y unos pechos escandalosamente bonitos. La chica se movía de una manera que nos puso cachondos otra vez, era muy sensual, y al ver que mi marido tenía otra vez la polla dura como un palo, decidimos irnos nuevamente a la cama, esta vez solos. Desde allí podíamos ver a esa chica que tanta excitación despertaba en mi marido.

Volvimos a empezar. Yo me puse sobre él, con su polla contra mi vagina, notando como se endurecía por momentos, él me acariciaba la espalda de arriba abajo, llegando a mi culo y apretándolo contra él. Baje por su cuerpo y me puse a besarle la polla, cuando ya estaba a punto me puse a cuatro patas, de cara a esa sensual chica, para que mi marido pudiera verla bien. Me metió su miembro, y note como llegaba hasta el fondo, se oían los golpes de su pelvis contra mi culo, de lo fuerte que me estaba penetrando, no aguante nada, y él tampoco.

Después de eso decidimos que era hora de volver, fuimos a las taquillas nos cambiamos y a casa a descansar, o eso pensaba yo, porque mi marido quería llegar y seguir con la fiesta, pero esa noche no pudo ser de mi parte…………

Espero os haya gustado nuestra experiencia…
nuriayjose2008

Nuestra primera vez en un Club Liberal (Jose)

Nuestra primera vez en un Club Liberal
nuriayjose2008

Al decirme que sí, el corazón se me aceleró, no podía creer que hubiera aceptado, mi chica tiene un cuerpo precioso ya que mide 1,61mt, pesa 54kg, tiene las caderitas bien marcadas, una cinturita pequeña y los pechos pequeños pero en su sitio y firmes como si tuviera 18 años, se puso unas medias negras al muslo con costura por detrás, un tanga blanco que solo había usado para la noche de bodas, una minifalda tableada que tapa lo justo y una camisa que le queda bien ajustadita al cuerpo y sin sujetador a pedido mío, estaba preciosa y súper sexy. Antes de ir le pregunté: si entramos en el cuarto oscuro y alguien nos acaricia que hacemos? Y ella me respondió: DE CARICIAS NADA, a lo que yo le respondí, vale. Version para imprimirEnviar este relato a un amigo/a

Este relato es 100% real y tal como sucedió.

Nosotros somos una pareja de 41 y 33 años, ambos heterosexuales, casados, con una vida normal sexualmente hablando siendo esta muy activa y complaciente, aunque yo tengo varias fantasías, una de ellas era ir a un club liberal que tenemos a 5 min. De casa que por los comentarios de la gente swinger en las páginas es el mejor de toda España.

Desde hace 2 años intentaba convencer a mi mujer para ir y no había manera más que nada por el morbo que me daba poder estar en un cuarto oscuro, hasta que el día 10 de abril logré convencerla para ir aunque ella puso como condiciones que no haríamos nada con nadie y que sería la única vez que iríamos.

Al decirme que sí, el corazón se me aceleró, no podía creer que hubiera aceptado, mi chica tiene un cuerpo precioso ya que mide 1,61mt, pesa 54kg, tiene las caderitas bien marcadas, una cinturita pequeña y los pechos pequeños pero en su sitio y firmes como si tuviera 18 años, se puso unas medias negras al muslo con costura por detrás, un tanga blanco que solo había usado para la noche de bodas, una minifalda tableada que tapa lo justo y una camisa que le queda bien ajustadita al cuerpo y sin sujetador a pedido mío, estaba preciosa y súper sexy.

Antes de ir le pregunté: si entramos en el cuarto oscuro y alguien nos acaricia que hacemos? Y ella me respondió: DE CARICIAS NADA, a lo que yo le respondí, vale.

Llegamos al local sobre las 00:45 y el portero muy amablemente nos explico las normas del local y cuando nos lo iba a enseñar nos cruzamos con el dueño y el nos enseño todo el local, cuando íbamos recorriéndolo nos cruzamos con una pareja nos la presentó y seguimos el recorrido, cuando pasamos por los reservados que están frente a la barra vi que una pareja nos quedó mirando sobretodo la chica una vez terminamos de recorrerlo nos dirigimos a la taquilla a guardar el bolso y fuimos a la barra ella se pidió un Ron con coca cola y yo una cerveza, nos sentamos en un sofá al lado de la pista y vino el dueño con una pareja de vascos que nos presentó, el era alto, delgado, con gafas y pelo corto y ella alta, pelo largo, un vestido negro con un generoso escote y unos pechos grandes y parecían bonitos, nos saludaron y siguieron su camino.

Al marcharse mi chica me comentó: cuando la chica me saludo se le vieron los pechos enteros, no te distes cuenta? Cuando me comento eso me dio un morbo tremendo porque ya me las imaginaba en una cama jugando entre ellas. Le respondí que no y que lo que si había visto que era wapa pero no tanto como la chica que estaba sentada en la barra con su marido que esa si era wapisima y ella me dijo que el chico en cambio era lo mejorcito que había hasta el momento.

Mientras tomábamos la bebida veo que la pareja que nos había mirado cuando recorríamos el local no nos quitaban ojo de encima y en eso pasan los vascos delante nuestro en dirección a los reservados y le comente de ir nosotros también y me dijo que si, espere a ver en cual se ponían y nos pusimos justo enfrente, comenzamos a besarnos y después de un ratito se fueron a la pista a bailar y se coloco otra pareja en el reservado que ellos ocupaban antes y pasa otra pareja delante nuestro que nos miraron descaradamente tanto él como ella y se colocaron en el reservado contiguo, mi chica estaba tumbada de lado hacia mi ya que nos estábamos besando y ellos estaban detrás de ella lo que yo podía ver claramente como el tío no le quitaba ojo a mi chica se le iban los ojos sobre todo a las piernas de mi chica, entonces le comente:

el tío de la pareja de al lado se debe estar cogiendo un calentón tremendo contigo porque no te quita los ojos de tus piernas y ella se río y aunque no me contesto nada se que le dio mucho morbo la situación ya que seguimos besándonos y cuando la toque estaba muy mojada hasta el tanga estaba empapado y eso me dio más morbo aun y la pareja que estaba enfrente también se besaban y acariciaban y vi que a la chica se le había subido el vestido y se le veía la mitad del culo, se lo comenté a mi chica ella miro y seguimos con lo nuestro, yo le acariciaba los muslos hasta el culo con cuidado para que los que estaban enfrente no le vieran todo y le comente:

lo tengo complicado con tu faldita para acariciarte sin que de enfrente no te vean el culo a lo cual ella me respondió: no te preocupes por eso que a ella se le ve todo también, Me sorprendió bastante que me contestara eso debido a lo pudorosa que es mi chica en cuanto a que le vean algo, eso me demostraba que estaba tan excitada como yo y ya no le importaba eso, entonces seguí acariciándola y cuando llegaba con mi mano al culo me detenía un instante para que la pareja de enfrente también pudiera recrearse con la vista del culo de mi chica al igual que lo hacía yo con el culo de la otra por supuesto que lo hacía con disimulo.

A los 5 min la pareja del reservado contiguo se fueron a bailar y yo le desbroche la camisa y le acariciaba y besaba los pechos hasta que la polla parecía que me iba a reventar el pantalón entonces le dije mira como me tienes y ella me la toco por encima del pantalón y se río, le propuse ir a desnudarnos para ir al cuarto oscuro y ella acepto cuando nos íbamos al cuarto oscuro ella vio a la pareja que no nos dejaban de mirar en toda la noche y me dijo esa tía se ve que tiene un culo precioso y en su sitio para la edad que tiene ya que serian unos 10 años mayores que nosotros.

Fuimos a la taquilla nos desnudamos ella se puso un pareo que te regalan allí y yo una toalla envuelta en la cintura cuando entramos al cuarto oscuro había una chica con dos tíos montándoselo entre ellos, nos comenzamos a besar y yo estaba muy excitado y veo que entran al cuarto la pareja que no dejaban de mirarnos en toda la noche y se colocan del otro lado entonces yo aproveche que los del trío ocupaban mucho espacio para decirle de cambiarnos de sitio nos pusimos del otro lado donde estaba la pareja y mi chica se puso contra la pared yo de a poco la fui separando de la pared buscando así algún rose con la pareja, al ratito veo que la pareja se ponen al lado nuestro muy cerquita y yo tenía las manos en el culo de mi chica y cuando las levanto hacia la espalda me encuentro que el tío le acariciaba la espalda entonces le pregunté: quieres que le diga que quite la mano?

a lo que ella respondió: no, déjalo, ahí me di cuenta que eso le estaba dando mucho morbo igual que a mí y en ese momento la chica comienza a acariciarme la polla y los huevos de una manera que nadie me había hecho antes y yo antes de eso la tenia dura y a partir de ahí pensé que me iba a explotar entonces comencé a acariciarle el culo a ella y mayúscula fue mi sorpresa cuando en su culo me encuentro con una mano de mi chica eso me excitó más aun, mi chica le acariciaba una nalga y yo la otra a todo esto el tío ya le acariciaba el culo a mi chica mientras nos besábamos. Luego le acaricié la vagina a la chica por encima del tanga ya que ellos estaban vestidos pero ella se había subido la falda y mi chica también le acarició la vagina por encima del tanga.

Un momento después veo que se arriman como para besarnos y yo le dije que solo queríamos caricias, pero nada de besos y ellos aceptaron, entonces le pregunté a mi chica si quería que los invitara para irnos juntos a la cama pero cada cual con su pareja y ella me dijo que si sin dudarlo yo creo que estaba deseando que se lo dijera, se los dije aceptaron y nos fuimos directamente a la cama, ellos se desnudaron y vinieron con nosotros ellas se pusieron al medio y nosotros al lado de nuestra pareja.

Nos besábamos y en eso veo que el tío le acaricia la vagina a mi chica y ella abre un poco las piernas y él le mete un dedo y me quedé asombrado nuevamente ya que ella había dicho que no haría nada con nadie y casi al instante se corrió de lo excitada que estaba, entonces mientras la besaba ahora era yo quien le metía el dedo y el tío se lo hacía a su mujer y ella gemía de placer y giraba la cara hacia mi mujer con la boca entre abierta entonces le dije a mi chica que porque no le daba un piquito que seguro ella lo deseaba y mi chica entre lo excitada que estaba y el morbo que sabía me daría lo hizo y no fue un piquito ya que se besaban con lengua eso me excito tanto que le hice el amor a mi chica y en un momento dado las dos sacan la lengua y comienzan a jugar con las puntitas de la lengua y eso hizo que me corriera inmediatamente, luego el tío volvió a meterle el dedo a mi chica mientras ellas se besaban y mi chica ya le besaba los pechos a ella mientras yo acariciaba los de mi mujer, entonces mi chica me dijo que hiciera lo mismo con ella, le metí un dedo y estaba empapada, le metí otro, le metí 3 dedos a la vez y le podía meter 4 si quisiera de lo excitada que estaba a ahí empezó a gemir mucho más fuerte que cuando se lo hacia su marido.

En eso escucho que alguien saluda a la pareja y eran los vascos entonces le comente a mi chica si quería que los invitara a unirse a nosotros y sin dudarlo me dijo que sí, eso demostraba que esa pareja le habían dado mucho morbo al igual que a mí, los invité y me dijeron que iban a tomar una copa y luego volverían, 5 min más tarde veo a los pies de la cama mirando a la pareja que estaban en el reservado contiguo al nuestro y si al tío se le iban los ojos hacia mi chica ahora al verla desnuda era más aun mi chica creo que tuvo dos orgasmos mas ahí y luego me la besó a mí y la otra tía a él, pensé en correrme en su boca que a ella le encanta pero no lo hice una vez terminamos nos fuimos a dar una vuelta por el local y cuando volvimos a la cama la pareja subían a beber algo nos quedamos en la cama y vi a una pareja de unos 40 años follando en un sofá que había a los pies de la cama y ella tenía un cuerpo precioso y los pechos también aunque eran operados y me excito tanto ver la manera que cabalgaba encima de él que le dije a mi chica de hacerlo nuevamente a lo que mi chica ya estaba cansada pero accedió por mí, la puse a 4 patas y mientras le hacía el amor miraba a la tía follar y no demore en correrme ahí mi chica dijo de irnos que estaba cansada.

Cuando nos estábamos vistiendo veo a la pareja vasca que venían hacia la cama nos saludaron y ella iba desnuda con el pareo que se le abría por delante y vi que llevaba el chichi rasurado totalmente igual que mi chica, también vi que sus pechos eran muy bonitos y me quedé con las ganas de hacer con ellos lo mismo que habíamos hecho con la otra pareja.

Llegamos a casa, nos acostamos y mi chica me comentó que cuando estábamos en el cuarto oscuro y nos acariciábamos con la otra pareja ella le toco la polla al tío por encima del pantalón ya que ellos estaban vestidos y vio que la tenia dura como una piedra entonces se la acarició casi un minuto, al decirme eso me puse cachondo otra vez ya que si mi chica con lo pudorosa que es lo había hecho significaba que estaba tan excitada como yo, le dije de hacer nuevamente el amor y me dijo que ni de coña con lo cansada que estaba y yo comencé a hacerme una paja delante de ella pensando en cuando estábamos en el cuarto oscuro y me decía que estaba loco, que tendría los huevos vacios a esta altura pero al poco ratito saltaron los chorros de semen.

Desde ese día que quiero ir una vez más pero ella me dice que solo era una vez y ya está, que no lo entiendo ya que ese día ella disfrutó tanto a más que yo, este sábado hay una fiesta que no me quiero perder y espero tener suerte de convencerla de ir.

Espero no haberlos aburrido con mi relato pero tenía la necesidad de contárselo a alguien y como a nuestros amigos no puedo, decidí escribirlo para vosotros.

Si el sábado la logro convencer de volver ya les contaré como nos fue. Un saludo de nuestra parte.

Nuria y José
nuriayjose2008

Nuestra primera vez en un club liberal

Nuestra primera vez en un club liberal

Hola,este es el primer relato que escribo..y lo hago para todos aquellos que disfrutan leyendolos esta basado en echos reales que pasaron en el mes de junio de 2009 espero que les guste..aunque los nombres no son reales si se parecen a los de verdad....asi que comienzo a relatarles.

Somos un matrimonio español que vive en barcelona y que llevamos casados cerca de 18 años....aunque nos queremos muchisimo nuestra monotonia ha echo mella en nuestra actividad sexual haciendola cada dia mas y mas ....pues eso...monotona.

Mónica...que asi se llama mi esposa es una mujer muy bonita...rubia, ojos verdes, mide 1.65, pesa unos 58 kilos y tiene un cuerpo bastante bonito teniendo en cuenta los dos niños que ha tenido...sus tetas aunque no han podido aguantarse del todo erectas si mantienen aun cierto encanto....no son muy grandes...90-95 pero sus pequeños pezones se ponen superduros una vez excitada...

Tiene un culo bien definido...casi exento de grasa y un coño rosado muy pero que muy sensual y apetitoso...

Es una mujer comparable con los motores diesel ...le cuesta un pelin calentarse pero una vez se calienta y humedece es muy pero que muy sumisa y entregada.

Cada seis meses ella y yo solemos darnos como decimos...un homenaje....que consiste en irnos a cenar...a tomar una copa y despues...a la casita blanca...(es un hotel pensado para parejas..con total intimidad).

Este fin de semana teniamos preparado uno de esos homenajes...para el sabado por la noche mas concretamente.

Asi que llego el sabado...yo me acerque a casa de mi suegra para dejar a los pequeños con ella mientras ella se metia en el cuarto de baño para ducharse....

Cuando regrese un dulce aroma a canela y rosas imvadia mi casa....la puerta del baño estaba abierta...y alli estaba ella...con su pelo humedo de la ducha....solo llevaba un tanga de encaje de color negro....y se estaba depilando...

_te vas a poner falda?...(le pregunte)

-ya lo veras...(me contesto)

Yo fui a buscar mi ropa para la ocasión...un pantalon de lino blanco con una camiseta negra de dolce&gabanna y todo ello con unos zapatos de color marron claro sin calcetines...

-Voy a afeitrame...

-Si,..yo ya he acabado...voy a vestirme...y salio del cuarto de baño.

Me afeité...y cuando salí del baño tuve ante mi la imagen mas sensual, erotica y sexy que habia visto en mucho tiempo...estaba preciosa....llevaba una especie de corpiño azul turquesa era de esa fibra que no se arruga nunca y que se sujetaba a su cuerpo simplemente por un fino lazo atado a su cuello.. dicha prenda simplemente dibujaba el relieve de sus senos haciendo evidente que no llevaba sujetador y lo convinaba con una minifalda de color negro con una serie de dibujos de lineas en colores azules pastel y rosas que le quedaba muy bonito y sexy...la falda le llegaba un palmo por encima de las rodillas y llevaba unas sandalias de tiras negras con unos tacones de unos ocho centimetros....se habia colocado delante de la luz de la ventana colocandose bien el recogido del cabello...con la pinza del pelo en la boca...

La luz que entraba por la ventana dibujaba el contorno de su cuerpo de sus pechos..me fije que se habia puesto el colgante que le regale en menorca.

-Vamos....(me dijo)

-Si..si....(le dije medio asombrado por la escena que acababa de contemplar).

Una vez en el coche...no podia quitar los ojos de esa mujer que llevaba casi 18 años conmigo...y que hoy estaba impresionante..y eso que normalmente esta muy guapa.

Yo...hace tiempo que tengo una idea que me excita muchisimo...y es ver a mi esposa con otro hombre...eso de ver como ella disfruta con otra polla que no sea la mia...como se corre...como se entrega a otro con total sumisión y todo ello delante de mi...es algo que me pone muy cachondo...

Aunque alguna vez se lo he comentado y hemos fantaseado mientras follabamos la cosa siempre ha quedado ahi....pero esta vez tenia un plan...estaba decidido a convertir mi fantasia en realidad y queria hacerlo con su consentimiento pero sin que ella fuese consciente de lo que hacia...

La cena fue en un restaurante que conozco en la zona de horta un barrio de barcelona....el restaurante se llama la masia d'en joan...alli trabaja un buen amigo mio...jose....asi que le pedi un favor...y le dije que por favor cargase mas de la cuenta las sangrias que le pidiesemos durante la cena...

Asi lo hizo....con la primera y con la segunda......Mónica...no notaba nada ....hablabamos y reiamos...ella quizas un pelin mas de lo normal pero tampoco se le notaba demasiado embriagada....si llevaba lo que llamamos el puntillo...

Cenamos y una vez despues....tomamos un par de copas de cava catalan....asi que entre la cena...y las copas saliamos del restaurante a eso de las 0:30

Entramos en un local brasileño llamado SALSA BRASIL es un sitio en el que puedes tomarte un par de copas...hablar...bailar...asi que nos tomamos dos caipirinhas y hablamos durante un rato de todo...pero con ese puntillo de alegria..

Yo observaba que ella cruzaba las piernas, ponia una mano sobre sus rodillas, y me hablaba de una forma diferente (como si el alcohol que estabamos tomando comenzase ya notarse en su cuerpo) pero no iba borracha...no era lo que yo buscaba.

-Vamos a otro lado...(era el momento)

-¿A donde?..(pregunto)

-Acompañame....te gustará...

Asi que...nos levantamos y nos fuimos....

Cogimos el coche....y durante el trayecto yo acariciaba la rodilla izquierda de mi mujer llegando incluso a meter mi mano por debajo de su falda y acariciando su sexo por el exterior del tanga...ella....cerraba los ojos...y sonreia...con consentimiento.

LLegamos a eso de la 1:45...el local se llamaba Libert69 y tenia parking propio.....costaba reconocerlo pues no parecia para nada un local liberal...sino mas bien su entrada era como muy discreta..con plantas fuera...habian dos carteles uno de reservado el derecho de admision y el otro con la letra h de todo local de restauración....

Pulsamos el timbre...y nos abre la puerta una mujer morena....muy guapa aunque algo mayor....muy morena y pintada en exceso para mi... viste muy extremada....

-Hooola....(nos recibe con una sonrisa mientras no abre la puerta del todo y pasamos dentro.....asi que la cierra detras nuestro).

El ambiente que habia en la recepción del local era muy acojedor su luz tenue...sus plantas de interior.. un guardarropa vacio puesto que el tiempo no invitaba a llevar muchos abrigos..el suelo enmoquetado y limpio..y una olor como a incienso o alguna cosa comparable con hierbas aromaticas extravagantes....con luces de neon...de color verde, azul y rosa, que se perdian por un pasillo que supuestamente iba hacia la zona de copas...supongo.

-Es la primera vez que venis...espero que disfruteis...(nos dice)

-Si...(le contesto).

-Deseas dejarme el bolso?......(le pregunta a mi mujer)

-No, gracias....llevo el tabaco..(contesta ella)

Mónica, permanece callada...como si sospechase donde esta pero tampoco quisiese preguntar...simplemente miraba a su alrededor...

Elisabeth que asi se llamaba la relaciones publicas del local nos acompaña al interior.....la sala era una pasada....la pista era muy grande...y tenia tres barras de bar que la rodeaban seguia habien una iluminación mas bien escasa pero suficiente..y sonaba una musica muy agradable y relajante...se notaba mucho el aire acondicionado o al menos mi esposa si lo notaba en vista de que tenia los pezones super duros(podia apreciarse con tan solo mirarla)....al fondo habian parejas sentadas en los oscuros reservados, parejas hablando en las barras de bar...alguna que otra pareja ya se habia comenzado a calentar mas de lo normal y dejaban llevar sus sensaciones mas alla de los puros comentarios....tambien habia algun que otro tipo solo que miraba como otras parejas bailaban mas agarrados en el centro de la pista...observé que una pareja de dos mujeres y un hombre se iban por otro pasillo...imagino que a alguna habitacion o reservado...un pelin....mas reservado.

Mónica...miraba todo esto tambien...pero no me dijo nada...nos sentamos en una mesa que habia en una de las esquinas...saco un cigarrillo y me ofreció otro a mi..cruzó de nuevo sus piernas....(rollo instinto basico...pero no tan exagerao)...me miró y me dijo....

-Al final me has traido aqui....

-Moni...aqui no pasa nada que tu no desees...y no estas obligada a hacer nada que tu no quieras...me daba morbo venir aqui contigo...nada mas.

-Ya, ya...(contesto mientra ponia su brazo izquierdo por detras de mi espalda y inclinaba la cabeza hacia atras apoyandola sobre el sofá)

Este es el momento de atacar.....(pensé).....y ataqué.....acerqué mi boca a su cuello...y muy suavemente comenzé a besarlo...ella....cerró los ojos...y todavía echó la cabeza más para atrás....seguia besandola....mientras a la vez intentaba dejar el vaso con el habana siete con cola que habia pedido en la mesa.

Ella continuaba inmovil....dejandose hacer.....dejando que yo la besase....era un buen comienzo....de repente....volvio a echar la cabeza hacia adelante....como si se hubiese dado cuenta de donde estaba..y volvió a dar una calada a su cigarrillo consumido por el tiempo..asi que yo...me aparte....y cogi de nuevo el vaso...

Mónica....apuró su cigarrillo....y lo apagó en el cenicero....cogió su vaso...y dio un trago...un trago largo...lo dejó de nuevo en la mesa....y.......volvió a echar la cabeza hacia atrás...y esta vez....tambien cerró los ojos..

Una segunda oportunidad....asi que intenté de nuevo lo mismo...y comenzé con su cuello...a besarlo...sin embargo...algo habia cambiado...ella...en vez de quedarse inmovil....empezó a acariciar mi cara..mi cuello....y suspiraba...suavemente pero suspiraba..sus ojos permanecian cerrados...en vista de que comenzaba a entregarse...decidí dar un paso mas...asi que con suavidad fui metiendo mi mano derecha por debajo del corpiño azul...hasta tocar una de sus tetas...ella...al principio se puso un pelin rigida...como incomoda...pero le susurre al oido:

-Tranquila....tranquila..dejate llevar...

Y eso hizo...volvió a relajar su cuerpo...y yo comenzé a manosear su teta...y ya las dos a la vez...primero con delicadeza hacia ella..y hacia los demas(reconozco que me daba un pelin de corte que me viesen asi...pero al fin de cuentas...creo que todos estaban alli por algo)...como decia...acariciaba sus senos...primero suavemente...pero poco a poco...con mas rudeza...cosa que se que le gusta...incluso...levantando de vez en cuando su corpiño...cosa que hacia que le quedasen las tetas y su magreo a la vista de todos.

Me di cuenta que en el sofá ,a mi lado se habia sentado una pareja que tambien estaban liados y era la mujer la que estaba mas cerca de mi....estabamos bastante cerca unos de otros pero no pegados...asi que decidí acercarme aún más a ellos...con sutileza fui acercandome yo y mi mujer a esta pareja que pareció no estar nada incomoda con la idea pues ella decidió inclusi apoyarse en mi espalda...

Yo..continuaba besando en la boca a Mónica y de vez en cuando tambien besaba sus pezones...ella...paso en un momento de los suspiros a los pequeños y cortos jadeos....clara demostración de que aquello le gustaba....y la excitaba...mientras acariciaba sus tetas ella contorsionaba su espalda como intentando que yo presionára aun más sus pechos duros...

De pronto y ante toda la sorpresa por mi parte....noté una mano en mi entrepierna...me estaba acariciando la polla por fuera del pantalon...miré hacia abajo y mi sorpresa fué aun mayor .....no era mónica....era la mujer que tenia a mi espalda...me acariciaba a mi...acariciaba mi poya de tal manera que me la puso dura en cuestión de segundos.....desconozco si mi mujer en ese momento se dió cuenta de eso....pero si no lo hizo..no tardó en hacerlo puesto que abrió los ojos...y lo vió.....no hizo nada para impedir que aquella desconocida le metiese mano a su marido en su presencia....volvio a cerrar los ojos y me beso.

De repente una voz interrumpió nuestras caricias a tres bandas.....era la relaciones publicas....que muy sutilmente nos dijo:

-Parejas....tenemos unos reservados donde podeis continuar con vuestro juego...aunque no pasa nada si continuais aqui.

Yo...me la quedé mirando...y miré a mi alrrededor...pensaba que todo el mundo habria estado mirando nuestro jueguecito a tres bandas...pero no fué así....la gente estaba a lo suyo...que mas o menos era lo mismo...los hay que te miraban...pero estaban en la misma situación que tu...o mas comprometida aún.

Miré a mi esposa...y le pregunte:

-Quieres..?

-Ella me miró...y en su cara habia una mezcla de deseo, verguenza, y duda....como si lo desease..pero algo le impidiese moverse....quizas el exceso de pudor.

Así que no me lo pensé...cogiendo a mi esposa de la mano la hice levantar del sofá....y le dije a elisabeth.

-Por favor....indicanos tu el camino...

Salimos detras de ella y nos encaminamos por el mismo pasillo por el que antes habia visto ir a aquel trio de m-h-m....no tardamos en llegar a una puerta iluminada por una luz amarillenta....la abrió....y aluciné.

Cortinas granates,...moqueta granate....sofas granates....paredes rosas....y unas gran cama redonda en medio...granate....ella....elisabeth...bajo la intensidad de la luz....y dandole a un boton...sonaba una calida melodia en la habitación..

-Disfrutad...y si necesitais algo...ya sabeis..

Y desapareció cerrando la puerta y dejandonos a mi mujer y a mi alli solos....Mónica...de pie en frente de mi....me cogió por la cabeza y comenzó a besarme...ahora parecía que era ella quien llevaba la iniciativa....comenzó a meter sus manos debajo de mi camiseta.....y acariciando mi pecho.....yo....a la vez....acariciaba su espalda.....y metia una mano por detras de su cintura hacia su culo...tocando su tanga....y el encaje de este...

Comencé a hacerla retroceder poco a poco...en dirección a la cama....cuando llegó al borde....con un leve empujón....la arrojé sobre ella....ella....se quedo estirada y yo me agaché y me puse de rodillas delante de sus piernas..para esta vez si....levantar su falda....y comenzar a lamer el interior de sus muslos...cosa que la vuelve loca...cada vez subia mas....y mas...hasta llegar a la entrada de sus coño...entre mi boca y su coño solo el encaje del tanga era la frontera...pero aun asi yo se lo chupaba....notaba como habia humedecido...estaba mojada...y jadeaba...jadeaba ahora mas alto que antes...

-aaaAAh....uuuUPSss

Decidí quitarle el tanga y la falda...dejandola solo con los zapatos puestos...mientras seguia acariciandola me incorporé para observarla...la incorporé un poco a ella y le quite el corpiño....volvi a besar su boca y ella cerro de nuevo los ojos...me agache de nuevo ....y acerqué mi cabeza a su entrepierna...su respiracion se aceleraba cada vez que yo rotaba mi lengua en su clitoris...que se humedecia muchisimo..de repente se abrio de nuevo la puerta de la habitación...era la pareja de antes...venian con elisabeth de nuevo...ellos entraron casi con la luz como estaba...y sin hacer practicamente ruido..y en la cama se pusieron en el lado opuesto al nuestro....ahora si que podia verlos mas claramente..el que era un morenazo bastante guapo....se quito la camisa...y se acostò sobre la cama boca arriba...ella...se subio encima de el..pelirroja..pelo rizado..sus tetas estaban operadas con una especie de duende tatuado en una de ellas...despues de este breve estudio continue con mi espos..pero ahora tambien los observaba a ellos...Mónica pienso que aunque seguia con los ojos cerrados...intuia que ya no estabamos solos...

Me acerque a mi mujer...y comenzé de nuevo a besarla....sus labios recibian los mios cada vez con mas deseo....yo recorria todo su cuello...y pechos con mi boca...decidí quitarme la camiseta...mi cuerpo no era tan escultural como el del moreno de al lado....pero...

Mónica empezo a acariciar mi espalda..y comenzó a desabrochar mi pantalón..

Yo estaba superexcitado....estaba en una cama con mi esposa practicamente desnuda, a punto de follarmela y con una pareja al lado que de seguro estaban pensando lo mismo que yo....acaso se va a hacer realidad mi fantasia mas prohibida..

La respuesta llego rapidamente cuando observe que una de las manos de chico moreno...rozaba con suavidad...casi acariciando la mano de Mónica...ella tenia los dos brazos estirados cosa que hacia posible que se tocaran...se tocaron incluso hasta el punto que el llegó a rozar una de sus tetas....ella en un principio abrió sus ojos y rapidamente movió el brazo..casi por instinto...y el hizo lo mismo y volvio a centrarse en su pareja con las dos manos...

Yo poco a poco fui haciendo que Mónica volviese a estirar los brazos en la posición anterior....y mirando al chico moreno...que tambien me miraba a mi...le hice un gesto de asentimiento...que el entendió rapidamente.....y comenzó de nuevo...comenzó a acariciar el contorno de su brazo con un dedo...ella ya no lo quitó...su cara expresaba excitación.....comenzó a disfrutarlo...cuando me di cuenta...la pareja se habia acercado mas aún....estaban muy cerca de nosotros...fué como si el gesto que le hice a el hubiese sido el principio de la complicidad..

El chico moreno se habia incorporado...y ahora era la pelirroja la que estaba estirada boca arriba...igual que Mónica....el se subio encima de su pareja....y comenzo a besarla....a acariciar los pechos de ella..yo me agache y comenzé a chupar el coño de mi mujer...que levantó las piernas y las flexionó sobre la cama....apoyada sobre los zapatos...hacia fuerza con su cadera hacia arriba para apretar más y más su coño contra mi boca...hice que mi esposa se pusiese mas aun en el centro de la cama...cosa que acerco si mas cabe a las dos parejas...y ahora si estabamos realmente cerca...ellas dos estiradas y nosotros dos sobre ellas.

Entonces comenzé a ver cosas que jamas pense que veria....el chico moreno acariciaba algo mas que el brazo a mi esposa... y ella ya no lo apartaba...sino que parecia como si buscase que le acariciase mas partes del cuerpo....acercando incluso sus pechos a sus manos....el.....lo aprovechó...y comenzó a masajearle las tetas ante mi atonita y excitada mirada...mirada que tuve que bajar para ver como la pelirroja se habia acercado a mi paquete totalmente lubricado..y sacandomelo con la mano del calconcillo....comenzó esta vez a masajearmela de arriba a abajo...para al final...metersela en la boca....no hacia ni quince minutos que habian entrado en la habitacion y ya estabamos asi...

Mónica me miró...y al ver como aquella mujer tenia mi miembro en su boca me volvió a mirar....buscó incluso la manera de que el chico manoseara mas sus tetas incluso...que se las besase...sino que se colocó de forma que su cabeza se quedó a la altura del miembro del moreno...el se la saco....y mi esposa me miro y...simplemente tuvo que abrir su boca para que le entrase parte de ella dentro...y comenzó a chuparsela...ahora estabamos totalmente cambiados...yo...ya no tocaba para nada a mi esposa....y ella...se estaba comiendo la polla de otro en mi presencia..mientras.....le comian los pechos con tal rudeza que le quedaban con un cierto color rojizo....yo por el contrario....miraba....mientras me comia la polla la pelirroja....acariciaba sus tetas operadas....y mordia sus duros pezones..

Estaba alucinando...mi esposa a cuatro patas le chupaba la polla a otro en mi presencia ..se la chupaba practicamente hasta el fondo.....yo dejé a la pelirroja...y me dirigi por detra a Mónica...y sin mas preambulos...se la clavé...

-aaaaAAAAAHG....aaaAAAGH..(gemia).

Yo agarré sus caderas...y comenzé a bombear su coño....mis huevos...chocaban contra su clitoris...mientras ella..a cuatro patas chupaba el cipote del otro....escuchaba sus jadeos ahogados por la carne que llevaba dentro de la boca

La pelirroja se acercó a mi esposa...y inclinando su cabeza comenzo a lamer sus pechos con los pezones totalmente tiesos..a Mónica esto parecio excitarla todavia más...y chupó todavia con mas ansia la polla del tio moreno....yo...seguia mete saca a mi esposa que continuaba apoyada de pies y manos.....pude apreciar algunos hilillos de leche que salian por la boca de mi mujer....cosa que hizo que sospechase que el se habia corrido y lo mas sorprendente.....que ella se lo habia tragado.....todo....yo se la metia y sacaba con tanta impetu y fuerza que incluso me dolia la espalda....asi que decidí sacarsela...para que mi mujer me la chupase tambien a mi y sabiendo que el se la follaria a ella y el coño de mi mujer recibiria su polla con total deseo y excitación...cuando me acerqué a su boca...el chico le saco la polla de la boca a Mónica y se fue hacia sus caderas....y Mónica abrió de nuevo la boca para acoger en ella mi carne....no me equivoque...ella contoneaba y movia su cadera como buscandole la polla...estaba totalmente entregada.

La pelirroja se habia colocado con la cabeza bajo la cadera de mi mujer...y habia comenzado a comerle el coño....a lo que mi esposa bajo la cadera mas....para que ella tuviese mejor accesibilidad a su clitoris..mientras le comia el coño a mi mujer la pelirroja me acariciaba suavemente los guevos....cosa que hizo que me corriese en la boca de mi esposa....

Móni a pesar de mi leche( y era ya la segunda que tragaba) continuaba chupandome la polla y se contorneaba a consequencia de la comida de coño que le estaban haciendo...estaba totalmente poseida....abria los ojos de vez en cuando...y los volvia a cerrar....su cara era de puro placer....y cambio a dolor cuando el moreno comenzó a metersela por el culo....aunque continuaba chupandomela...si pude notar cierto agarrotamiento...cierta rigidez momentanea en el cuerpo entero cuando la polla le entró entera en el culo...(habiamos practicado sexo anal alguna vez...y le habia gustado...pero no con la rudeza de esa vez)....aunque el agarrotamiento solo fué momentaneo...pues ese tio sabia moverse...y moverla a ella.....comenzó a bombearla por el culo...a cada embestida que le daba ella solo gemia y jadeaba....las tetas se le movian al ritmo de las embestidas.... le estaba infringiendo tanta rudeza en la follada del culo que me golpeaba con la boca en los huevos asi que se la quite de la boca...y me fui a buscar a la pelirroja que continuaba comiendole el coño y los huevos a el....el cogió por la cintura a Mónica y mientras la tenia penetrada la hizo incorporar de rodillas.. una vez asi....continuo culeandola...la culeaba...y le estrugaba las tetas..cada penetración sacaba un ....aaaauug...aauuug....auuug.....aaaaaAAAhg...de mi esposa que me hacia deducir que lo estaba disfrutando..

Yo...hice lo propio con la pelirroja...pero a mi me costó menos pues creo que el culo de esta ya no estaba tan cerrado....

La escena era muy excitante...mi esposa movia la cadera hacia delante y atras de manera que la polla de aquel tio entrara y saliera ...y cuando no lo hacia el la empujaba a hacerlo...y yo...me corri rapido dentro del culo de la pelirroja...y se la saqué..

Ella me la cogio de nuevo...y comenzó a hacerme una paja....me dolia la polla..y los guevos.....pero le dejé hacer...ya sin fuerzas...aun me corrí en sus tetas....

La pelirroja comenzó a besar a mi esposa por el cuello mientras jadeaba y sudaba al ser follada por el culo...incluso se besaron alguna que otra vez...

De repente el se corrio dentro de ella....y su gesto era de autentico placer....mientras se corría a cada lecherada hacia que el espasmo de la polla se metiese mas en el culo de mi esposa...y ella esto lo respondia con expresiones de dolor en su cara sudorosa...Cuando se la saco....hilillos de leche se quedaron colgando del agujero abierto del culo de Mónica..el tenia la polla sucia con algo que parecia...mierda...pero no le importaba...ella se quedo apoyada con la cabeza en el colchon...boca abajo...y flexionada de rodillas...el cuerpo totalmente sudorado...y su pelo como si hubiese salido de la ducha...jadeaba y jadeaba..

Continuamos follando despues yo con mi esposa y el chico moreno con su pareja...mientras ellas se besaban con la lengua....follamos y follamos hasta acabar extenuados....

A la mañana siguiente nos despertemos solos....habia una nota que habian dejado dandonos las gracias por la noche que habiamos pasado...y un numero de movil...6354476...y dos numeros mas....arturo y andrea...llamadnos cuando deseis en ninguna pelicula que hemos rodado hemos gozado tanto ...eran actores porno profesionales...

nirvana

viernes, 25 de junio de 2010

Cuernos soñados

Somos una pareja en la treintena. Llevamos un año teniendo algún que otro encuentro con parejas y chicos solos. Tampoco somos expertos (3 o 4 encuentros). Después de fantasear varios años con abrir nuevos horizontes y yendo pasito a pasito pues pudimos por fin descubrir este mundo que nos encanta. Lo que pasa que yo siempre tuve la fantasía que mi mujer me pusiera los cuernos sin que yo lo supiera. Ella es un chica muy guapa, por lo que siempre que sale con sus amigas los chicos intentan ligar con ella, pero por lo que me comenta y también por el respecto que hay que tener el uno hacia el otro en este mundillo, al estar en presencia de sus amigas nunca dio pie a que ningún chico pudiera llevarla al huerto. jejeje.

Todo llego cuando yo mismo contacté con un chico para quedar los tres a tomar algo y conocernos.. El chico en cuestión era policía nacional y mi mujer tiene dos fantasías que quiere cumplir. Una es el uniforme y la otra es hacerlo con un desconocido. Siendo el chico policía, la primera fantasía de mi mujer la íbamos a realizar. Cuando ya teníamos cita con Carlos (como se llama el chico), mi mujer se echó para atrás alegando varios motivos como el cansancio y etc. Por lo que decidí posponer la cita con ese chico..

Después de varios días, a petición de mi mujer volví a contactar con Carlos para quedar. Decidimos vernos en un Púb. para tomar algo, conocernos y para ver si surgía el feeling necesario para ese tipo de encuentros. Llego el día, un sábado por la noche nos acercamos al Púb. y allí estaba Carlos un chico alto, moreno y la verdad que muy guapo. Mi mujer ya le gustaba por las fotos que el nos enviara. Después de presentarnos los tres mutuamente y estar un poco cortados al principio del encuentro empezamos a hablar los tres con más soltura por lo que después de un par de copas decidimos acercarnos a un hotel que tenía reservado Carlos previamente.

Allí nos fuimos los tres y cuando llegamos ha la habitación ellos empezaron a acariciarse y a darse besos como si fueran novios.. Yo empuñé la cámara de video y empecé a grabar la película que tenía enfrente. Decir que aunque participamos siempre los dos en los tríos, yo suelo sacar fotos y grabar nuestros encuentros.

Cual fue mi sorpresa, cuando después de un rato acariciándose y besándose mi mujer y Carlos pararon la faena y me dicen que tienen algo que contarme y sobre todo algo que mostrarme. Carlos conectó su camera de vídeo en la tele del hotel para visionar un video supuestamente grabado por él. En ese video aparecía mi mujer muy sexy vestida con una minifalda que parecía un cinturón más que una falda, unas botas de esas que llegan hasta la rodilla con unos ligueros y un top escotado� Ella se veía abrir la puerta de la habitación de un hotel (la misma habitación donde estábamos en este momento). Y quien aparecía??? Detrás de esa puerta estaba un policía con unas gafas de sol y con una porra en la mano derecha. Ese era Carlos.

Mi mujer y el se conocían desde la ultima vez que anulamos nuestra cita. Y habían estado fingiendo ser extraños hoy en el Púb. En ese momento tuve un sentimiento extraño que nunca antes había tenido. y mi polla quería reventar de lo dura y grande que estaba. Mi mujer me comentó que habían quedado los dos a mis espaldas para cumplir mi fantasía de que ella me pusiera los cuernos. Le pregunte que tal lo había pasado y se puso a relatar el encuentro y a excitarse otra vez.

El vídeo seguía desfilando por la tele y se veía cuando el poli llegó a la habitación y puso a mi mujer contra la pared para palparla. Despues siguió deslizando sus manos por sus piernas para luego subir por el entre pierna y así hasta las tetas de mi mujer. Ella seguía con las mano apoyadas contra la pared y las piernas abiertas. Ahora él le pasó la porra por el entrepierna frotándosela. Se escuchaba a mi mujer gemir de placer. (Un extraño la estaba tocando y posiblemente se la iba a follar). Le comenzó a besar en el cuello, luego con sus manos manoseaba sus tetas por debajo del sujetador. Viendo esas imágenes me estaba volviendo loco y casi me corro solo.

El poli se arrodilla por detrás de mi mujer y siempre con ella contra la pared, él le empieza a sacar el tanga rojo que ella llevaba y con su lengua empieza a saborear a mi mujer. En ese momento, yo estaba hipnotizado y muy empalmado por las imágenes que estaba viendo.

Mi mujer me dice: "tú sigue viendo la tele y disfrutando de esas imagenes que nosotros vamos a seguir donde lo dejamos la última vez". Esas palabras me hicieron girar la cabeza hacia ellos para darle mi aprobación, pero ya pude comprobar que ella tenía la polla de Carlos en la mano y que iba empezar a comérsela. Se pusieron otra vez a besarse y etc..

Aquella noche fue inolvidable, yo viendo la imágenes en la tele de mi mujer con otro hombre y ella follando con ese chico detrás de mí A día de hoy, no estoy seguro pero me parece que mi mujer sigue teniendo algún que otro encuentro con ese chico.

pareja30

Sandra por fin se decidió

Hasta hace algo más de una semana, estaba convencido que las historias que se publican son únicamente fruto de la imaginación de los escritores. Ahora ya sé que cualquier día puede pasarnos cualquier cosa a cualquiera de nosotros.

Somos una pareja ya en los cuarenta. Sandra, mi chica es preciosa. Delgada, pechos medianos, rubia y con un rostro precioso. A pesar que en algunas ocasiones ha participado de mis fantasías acudiendo conmigo a algún club para parejas, de haber hecho algún trío y un par de intercambios, soy consciente que no es algo que le guste mucho. Una vez puesta en faena, disfruta como la que más, pero luego vienen los remordimientos, lo que provoca que este tipo de cosas se convierta en algo muy esporádico. A diferencia de ella, mi imaginación y mis fantasías parecen no tener límites. No obstante, a pesar de ser tan distintos en este tema, hemos conseguido llegar a un punto de equilibrio bueno para ambos.

Desde hace ya bastante tiempo, mi principal fantasía ha sido verla ligar con un chico, y ser espectador privilegiado de mis propios cuernos. En muchas ocasiones, en nuestros momentos de calentura, le proponía que lleváramos a cabo la fantasía de verla enrollarse con un chico y que se lo follara. En multitud de ocasiones, en los momentos de máxima excitación le había hecho prometer que me pondría unos hermosos cuernitos. Tan sólo le pedía estar puntualmente informado del objetivo escogido y de los avances que fuera obteniendo en el camino a mis cuernos. Ella, en esos momentos, me decía que sí, pero en el fondo los dos estábamos convencidos que no iba a pasar de ser una fantasía.

Hace un par de semanas, y después de haberme prometido de nuevo que iba a lucir unos hermosos cuernos en pleno fragor de la batalla, y una vez ya relajados en la cama, Sandra me confesó que había pensado en varias ocasiones en llevar a cabo nuestra fantasía, pero a última hora se frenaba por miedo a los consecuencias que pudieran producirse. Una vez más, le aseguré que era sólo un juego, y que ya habíamos realizado algún trío y algún intercambio, y que nuestra relación, no sólo no se había resentido, sino que nuestra complicidad había aumentado y que ahora estabámos más unidos que antes.

Sandra se quedó un rato pensativa, hasta que por fin pronunció las palabras que nunca pensé saldrían de su boca.

- Está bien. Si tanto deseas que te ponga unos cuernos, te los pondré, pero habrá de ser siguiendo mis reglas, y a mi manera.

Evidentemente, no iba a despreciar esa oportunidad, y en ese momento, le hubiera prometido cualquier cosa con tal que no se hiciera atrás. Después de haberle contestado, ella se dio la vuelta y se quedó profundamente dormida, lo que aproveché para hacerme una paja pensado en la conversación mantenida y en lo que podía pasar.

Después de unos días en que yo iba a paja diaria, y algunos días más de una, Sandra continuaba haciendo una vida totalmente normal, como si no recordara la conversación mantenida. Por mi parte, no me atrevía a sacar el tema de nuevo por temor a que hubiera sido una promesa más producto del calentón.

El pasado jueves, llegué a casa a la hora habitual, y me llevé la sorpresa que Sandra había llegado antes que yo, y se encontraba encerrada en el baño. Habitualmente, ella llegaba más tarde que yo a casa. Le pregunté cual es el motivo de su salida tan pronto del trabajo, y me contestó que ese día íbamos a llevar a cabo la promesa realizada. Mi polla saltó como un resorte, pero para disimular, le pregunté a qué se refería. Se quedó callada, abrió la puerta del baño, sacó la cabeza, y con su habitual aplomo me dijo:

- Ya no te acuerdas, o es que te arrepientes. Hoy te voy a poner unos bonitos cuernos�, vamos, si tu quieres�, y volvió a cerrar la puerta del baño.

- Quiero que te arregles y te pongas guapo. Quiero que seas el cornudo más guapo de la ciudad.

Estaba claro. Sandra estaba dispuesta a llevar a cabo mi fantasía, y no iba a ser yo quien lo echara todo a rodar. Torpemente, abrí mi armario y comencé a rebuscar camisas, pantalones, etc. Estaba tremendamente nervioso. Una vez arreglado, se senté en el salón, me preparé una copa y me dispuse a esperar a mi chica.

Sandra no tardó en aparecer. Estaba realmente preciosa. Llevaba una blusa blanca que transparentaba bastante sus hermosos pezones, una falda cortita negra, medias de rejilla y unas sandalias de tacón alto que me volvían loco. Al verla así, sentí un impulso casi irresistible en follarmela en ese mismo momento. Tan sólo el regalo que me esperaba me impidió echame encima de ella. Después de exhibirse como una auténtica modelo, se puso un abrigo negro y me dijo:

- Bueno guapo, crees que algún chico me ayudará a ponerte los cuernitos, jejeje.

No hizo falta que respondiera.

Ya en la calle, le pregunté a donde íbamos. Fue entonces cuando Sandra me dijo que la llevara a un pub liberal al que habíamos ido algunas veces. Es un local pequeño, al que van pocas parejas los días laborables, y al que casi siempre hay algún chico solo.

En quince minutos, estábamos en la puerta del local llamando al timbre. Nos abrió el camarero y dejamos los abrigos en el guardarropía junto a la entrada. Sandra estaba radiante, y el camarero no pudo evitar hacerle un buen repaso con la mirada. A ella se le notaba encantada y muy segura de sí misma. Cruzamos la cortina que nos llevaba a la barra del bar, donde habían tres chicos tomándose una copa. Los tres chicos se quedaron de piedra al ver a Sandra. No tuve dudas cual elegiría Sandra de los tres. Parecía que los ojos se les salían de su cara. La miraban de arriba abajo una y otra vez. Pienso que a mí ni me vieron. Pedimos una copa cada uno, y una vez nos las sirvieron, pasamos a una sala en la que hay varios sofás. No había nadie. Estábamos solos. Nos acomodamos y comenzamos a hablar de temas intrascendentes. Los dos estábamos nerviosos y yo evitaba sacar el tema que nos había llevado hasta allí.

A los pocos minutos estábamos relajados hablando cuando Sandra cortó la conversación y me dijo:

- Bueno cariño, ha llegado el momento. Si quieres, dímelo y olvidamos la fantasía, pero si aún quieres que te ponga los cuernos, tendrás que pedírmelo ahora de nuevo, y ya no habrá vuelta atrás. ¿Qué me dices?.

- Cariño, le contesté, si tu estás decidida, yo también. Entonces la besé en los labios.

- Pues bien, deberás seguir mis instrucciones al pie de la letra. Si no lo haces, me levantaré, me iré, y esta situación no se volverá a repetir.

- Ok, respondí.

- Bien. ¿Ves el chico que está sentado en medio de los otros dos?.

- Sí.

- Pues ese es el elegido. Ahora, yo me levantaré e iré al baño. Estaré unos cinco minutos. Durante ese tiempo, tendrás que levantarte, ir a hablar con ese chico, pedirle que venga a sentarse con nosotros, y deberás decirle que te gusta ser un cornudo y que quieres que me folle.

- Ok.

- Nos encontraremos los tres aquí, hablaremos un poco, y le preguntaré si le has dicho todo eso. Si no se lo has dicho, me iré, y no continuaré con esta fantasía. ¿Entendido?.

- Ok, cariño.

- Pues adelante.

Sin darme tiempo a nada, Sandra se levantó y se fue al baño. Mi cabeza iba a toda máquina tratando de buscar la mejor forma de cumplir con las exigencias de Sandra sin que me cayera la cara de vergüenza. Finalmente, me levanté, me situé en la barra junto al chico elegido, y a pesar que tenía mi copa casi llena, pedí una nueva copa al camarero. Mientras me la preparaba, me armé de valor y le propuse si quería sentarse con mi chica y conmigo. El, no lo dudó y se dispuso a acompañarme. La primera parte había funcionado. Mientras nos encaminábamos a los sofás, ví que Sandra salía del baño y también se encaminaba a los sofás, por lo que ya no me quedaba casi tiempo para cumplir con lo pedido.

Me paré a medio camino entre la barra y los sofás, y cogiendo al chico del brazo, le solté:

- Mira, me llamo Juan, y mi chica y yo tenemos la fantasía de que ella se acueste con otro chico. Yo tengo la fantasía de ser cornudo. Tómate una copa con nosotros, y si luego decides, vale?.

El chico no pareció asustarse. Tan solo me dijo:

- Ok. Me llamo Oscar y tu chica me ha gustado mucho. ¿Vamos?.

Nos acercamos donde ya estaba sentada Sandra, y los presenté. Sandra se sentó entre los dos, e iniciamos una conversación típica. Si venía frecuentemente, si había menos gente de lo habitual, etc. Poco a poco, los tres nos fuimos relajando. Sandra, estaba en todo momento dominando la situación. De vez en cuanto, apoyaba su mano en mi mulso y en otras ocasiones en el de Oscar con mucha naturalidad.

De repente, Sandra dirigiéndose a Oscar le preguntó:

- ¿Qué te ha contado Juan?. ¿Para qué te ha invitado a sentarte con nosotros?.

Oscar no falló. Le dijo a Sandra lo que quería oir, y aprovechó para darle un beso en los labios. Ella, aprovechó para pasar su brazo por detrás de su cuello, acabando en un morreo lo que se había iniciado como un pico.

Sandra se puso en pie, y dirigiéndose a los dos nos dijo:

- Cariño, dale un par de condones a Oscar que los va a necesitar, y tú, Oscar, vete a pedir una llave para las taquillas y te espero en el vestuario.

Le dí los condones a Oscar, y me quedé clavado en el sitio donde estaba. Entonces Sandra me dijo que me fuera al pasillo francés y que esperara allí.

El pasillo francés da a una pequeña pista de baile en la que en dos extremos hay sendas cortinas. A través de la primera, se accede al vestuario, y de la segunda, a una cama gigante. Una vez en el pasillo francés, había sitio para cuatro personas. Me puse en uno de los sitios centrales, me desabroché el pantalón, saqué mi pene del calzoncillo y me dispuse a masturbarme. Enseguida ocuparon los sitios libres que habían junto a mí los otros dos chicos que habían en la barra. Probablemente habían oído a Oscar pedir la llave de la taquilla y esperaban ver el espectáculo mientras se hacían una paja. Estábamos los tres con los pantalones en los tobillos con nuestro pene en la mano.

Detrás de la cortina del vestuario, veíamos la sombra de Sandra desnudándose. También se veía a Oscar haciendo lo mismo. En pocos segundos, vimos aparecer a Sandra con una toalla en la cintura y sus sandalias de tacón, luciendo los pechos desnudos cogida de la mano de Oscar, el cual también llevaba la toalla enrollada en la cintura. Ella estaba preciosa.

Comenzaron los dos a bailar de una forma muy sensual, mis dos compañeros de paja estaban tremendamente excitados ya que la velocidad con que movían sus manos así lo delataba. Sandra y Oscar bailaban, se besaban y se tocaban. Sandra paró de bailar, y retirándose unos centímetros de Oscar, le sacó la toalla que le cubría de cintura para abajo, y la tiró a un rincón de la sala. Lo mismo hizo Oscar con la toalla de Sandra, quedado ambos desnudos. Fue entonces cuando ví la polla de Oscar. Era grande, bastante gorda y perfectamente depilada. Sandra, también se había depilado completamente. De repente, Sandra agarrando la polla de Oscar, se acercó a los residentes del pasillo francés, y sin soltar la polla de Oscar nos acarició las nuestras con la otra mano. Mis compañeros aprovecharon la cercanía de Sandra para tocarle las tetas. Ella, cuando acarició mi polla, se acercó y me susurró:

- Disfrútalo cariño.

Luego, Sandra y Oscar desaparecieron tras la cortina de la cama grande. Mis dos compañeros se situaron tras la cortina para ver si veían algo más, mientras que yo me subí los pnatalones y volví al sofá donde habíamos estado sentados.

No tardamos en oir los gamidos y suspiros tanto de Sandra como de Oscar. Al poco, se mezclaban con los de los mirones que al poco tiempo ya se habían corrido. A medida que se corrieron, se fueron uno tras otro de nuevo a la barra. El segundo en volver a la barra, al pasar junto a mí, se agachó y me dijo:

- Si queréis, luego me la follo yo.

Le dí las gracias, y le dije que no sería necesario.

Una vez ellos ya en la barra, me levanté y me acerqué a la cortina. Allí pude contemplar a Sandra. Estaba a cuatro patas, y Oscar de rodillas detrás de ella, con las manos en sus caderas, estaba follándosela de una forma salvaje. Enseguida me dí cuenta que llevaba las sandalias puestas. Yo siempre le decía que follar con las sandalias puestas era de putita, y ella se había acordado. Enseguida se dio cuenta que yo me había percatado. Ella, no paraba de suspirar, gemir y pedirle más y más fuerte. Me corrí de inmediato. Me volví al sofá. Me dolía la polla de lo dura que estaba a pesar de acabar de correrme.

Finalmente, los gritos y gemidos fueron disminuyendo y pocos segundos después apareció Oscar, desnudo, con la polla flácida. Se acercó a mí, extendió su mano, y me dijo:

- Juan, Sandra me ha pedido que te regale esto. Es el condón que te ha hecho cornudo como tú querías. Me dice que vengas con nosotros.

Me levanté un poco aturdido. Yo ya era cornudo, y la prueba la tenía en la mano. Tenía la sensación que todo a mi alrededor olía a semen y a flujo vaginal. Atravesé la cortina, y allí estaba Sandra echada de costado, desnuda, muy sudada con algunos mechones de pelo pedagos a su cara. Oscar, se echó junto a ella, a su espalda, y le acariciaba el pecho. La cara de Sandra denotaba la satisfacción y placer que había experimentado hacía unos minutos. Me pidió que me acercara, me besó en los labios, y me dijo:

- Cariño, Oscar te ha dado la prueba de tus cuernos. Ahora, quiero que te desnudes y veas como te pongo unos cuernos. Ahora soy yo la que quiero ver como te haces una paja delante de mí mientras te hago los cuernos un poco más grandes.

Creo que no tardé más de cinco segundos en estar desnudo junto a ellos. Sandra se situó junto a Oscar quedando este entre los dos. Entonces Sandra me dijo:

- Cariño, ayúdame a poner la polla de Oscar en plena forma.

Comenzó a lamer y chupar la polla de Oscar invitándole a ayudarla. Así lo hice. Los dos chupábamos y lamíamos aquella polla que acababa de follarse a Sandra, y veía como iba creciendo y creciendo hasta alcanzar un tamaño superior a la mía. Enotnces, Sandra abrió el protector del otro condón, y se lo entregó a Oscar para que se lo pusiera. Luego, dirigiéndose a mí, me pidió:

- Ahora, prepárame a mí. Se abrío de piernas y cogiéndome la cara con ambas manos, acercó mi cara a su vagina a fin que puedira lamerla y chuparla a ella.

En cuanto se sintió a punto, me apartó, e invitó a Oscar a penetrarla de nuevo. Entonces, yo me puse de rodillas junto a ellos, y comencé a hacerme la mejor paja de mi vida. Nos corrimos casi a la vez. Oscar dentro de Sandra y yo sobre su vientre y pechos. Entonces, Sandra le pidió a Oscar que recogiera con su boca el semen que yo había derramado en su cuerpo y se lo diera a probar en su boca. Una vez ella estuvo limpia, se acercó a Oscar, le dio las gracias, y le pidió que nos dejara solos.

Entonces, echamos el mejor polvo de nuestra vida. Creo que será algo que recordaremos toda nuestra vida. Luego, nos vestimos para continuar la fiesta en casa. A la salida del local, estaba Oscar junto a los compañeros de barra. Al vernos, Oscar se dirigió a Sandra, le dio dos besos, y ví que le daba un papel de forma disimulada. Al ponernos los abrigos, ví que Sandra lo leía y se lo guadaba en el bolsillo. Ya en la calle, me dijo que era un número de teléfono. No me pude contener y le pregunté por Oscar. Sandra únicamente dijo:

- Folla estupendamente.

Desde ese día, follamos a diario y, por primera vez en nuestra relación, Sandra es quien me propone fantasías que se le ocurren, cosa que me mantiene excitado de forma permanente.

sandraijoan2004

lunes, 3 de mayo de 2010

Reunión de trabajo

Cuando uno se levanta por la mañana y se prepara para realizar sus obligaciones diarias, por mucho que intentes seguir la planificación de la agenda, a veces es totalmente imposible llevarla a cabo por unos motivos o por otros.

Aquel viernes, al ojear el planning del día antes de poner el coche en marcha, como era mi costumbre, tenía que ser relativamente tranquilo y sin agobios ni prisas, ya que solamente tenía concertadas dos visitas, una a media mañana con un antiguo y conocido cliente, casi un amigo, que a buen seguro llevaría a cabo mientras nos tomábamos un café. La siguiente reunión era las 13:00 horas. A partir de aquí, podría iniciar mi merecido descanso de fin de semana, marchándome a un precioso pueblo costero donde cambio el "chip" y me relajo, recargando las pilas y afrontar una nueva semana de trabajo.

Esta última visita, quizá podría complicarse un poco, ya que los clientes potenciales, aún no estaban en cartera, aunque contaba con la ventaja que los productos de mi empresa ya los conocían y tenían sumo interés en poder contar con un catálogo de los mismos y poder ofertarlos a través de su establecimiento, según me informó previamente mi secretaria.

Curiosamente el encuentro lo realizaríamos en una céntrica cafetería de la ciudad y no en sus oficinas. Ese detalle me llamó la atención en un principio y así se lo hice saber a mi secretaria cuando me informó de la reunión, quien me aclaró que el negocio de estos clientes potenciales, lo tenían en una población a cincuenta o sesenta kilómetros de distancia a la capital, aunque residían en ésta y les venía bien, por si se prolongaba la reunión más de la cuenta, poder continuarla comiendo en algún restaurante.

Tal como pensaba, la reunión con don Vicente, fue sumamente cordial, concisa y rápida. En poco más de quince minutos ya estaban totalmente finalizados los pedidos mensuales. Unos cuantos comentarios personales, unas risas y la despedida hasta la próxima reunión de trabajo. Fue entonces cuando e dirigí a la cafetería donde esperaría a los sres. Roca, aprovechando para tomar un tentempié y leer el diario mientras se hacía la hora de la cita.

Pasaban unos quince minutos de la hora cuando entró una pareja que rondaban los 35 años aproximadamente manteniendo una acalorada conversación que despertó mi curiosidad por la preciosidad, en todos los aspectos, de la mujer. Mediría ella 175, delgada sin llegar a definirla como anoréxica, pero con unas curvitas de quitar el hipo. Pelo castaño muy clarito con algunas mechas, largo hasta poco más de los hombros con un peinado muy actual, enmarcando su sensual y precioso rostro de "diablesa traviesa". Si espectacular era toda ella, no lo era menos su vestimenta... blusa de color crema de seda transparente que permitía ver con total nitidez el sujetador de encaje, también transparente, de color negro, y una minifalda vaquera que envolvían y marcaban sus nalgas de forma maravillosa. Como complementos, unas botas altas con finos y altos tacones, que le llegaban por encima de la rodilla con una mezcla de piel negra brillante y tela a juego con la minifalda, un pequeño bolso que colgaba de su hombro izquierdo y un fino y elegante maletín, también en piel.

Su fornido acompañante, de respetable altura y marcados músculos bajo una ajustada camisa, pelo rapado y anguloso rostro, estoy seguro que hacía estragos entre las féminas en el gimnasio o en cualquier sala de fiestas donde hiciese acto de presencia.

Ya en el centro de la cafetería, comenzaron a mirar en todas las direcciones dando la sensación de que andaban buscando a alguien, cuando repararon en mi persona, se dirigieron hacia la mesa donde yo me encontraba. Imaginé que eran los señores Roca y al ver que se aproximaban, me puse en pié,

* ¿Señores Roca?
* Sí, efectivamente. Usted es Antonio ¿verdad?
* Encantando de conocerles – les contesté con una sonrisa, ofreciéndoles asiento en la misma mesa en que me encontraba, que elegí por encontrarse ligeramente separada de las demás ofreciéndonos así una mayor discreción para nuestros fines comerciales.
* Fernando, me pides un aperitivo sin alcohol y para Antonio lo que quiera tomar. – dijo ella – Perdona Antonio, mi nombre es Lorena y este es Fernando, mi esposo. Podemos tutearnos ¿no?

El tal Fernando, salió a la velocidad del rayo hacia la barra de la cafetería a pedir las consumiciones, sin haber pronunciado una sola palabra.

Me extrañó en el momento el comportamiento de los dos, aunque lo atribuí a un posible "roce" matrimonial puntual.

* Por supuesto que sí Lorena, podemos tutearnos. Creo que así podemos conseguir mayor confianza y tener más fluidez en los tratos que podamos pactar.
* Eso mismo pienso yo. Te diré sinceramente que deseo comercializar todo tu catálogo "en exclusiva" a través de mi tienda. De todo el catálogo, quiero un pedido de dos unidades por referencia inicialmente y en función de ventas, iré reponiendo el stock.

En esos momentos, Fernando depositaba sobre la mesa las consumiciones solicitadas por cada uno de nosotros y la suya propia, sentándose frente a su esposa, como guardando las distancias.

* El primer pedido lo abonaré al contado a la entrega del género, y en cuanto a precios y descuentos, inicialmente no quiero discutir y acepto totalmente tu oferta a ciegas, aunque eso sí, pasado el primer trimestre, deberemos reunirnos y discutir todas éstas cosillas con resultados concretos, ¿ok?
* Lorena, con clientes como vosotros, da gusto hacer negocios – Dije con una franca sonrisa en los labios. - Pero si me lo permites, quiero entregarte este documento para que lo leas tranquilamente y el próximo martes paso por vuestro establecimiento y ...
* Como quieras cielo – me contestó con una enigmática sonrisa - Fernando, llama al restaurante "El Galeón" y que nos preparen una mesa para tres.

Fernando se levantó y se aproximó a la puerta del local para hacer la reserva con una llamada desde su teléfono móvil.

* Antonio, te vienes a comer con nosotros, quiero que nos conozcamos mejor, así los negocios serán más fluidos en el futuro, como tú muy bien has dicho.
* Será un placer acompañaros a...
* Perfecto – Me interrumpió - Fernando ¿ya tenemos mesa?

Simplemente el tal Fernando, asintió con un movimiento de cabeza

* Vamos entonces, allí nos tomaremos otro aperitivo y comeremos.

Decidimos ir cada uno con su respectivo vehículo y nos citamos nuevamente en el restaurante donde íbamos a comer.

Hice mis anotaciones en la agenda electrónica y los envié por e-mail a mis oficinas. Puse el coche en marcha y me dirigí hacia el restaurante en cuestión. Cuando llegué, allí estaba Lorena, con una copa en la mano, espectacular como una Diosa del Olimpo, irradiando una luz propia que solo algunas mujeres consiguen, acompañada por Fernando, que en esos momentos me pareció más pequeño, menos corpulento que momentos antes, en la cafetería, cuando nos conocimos.

Lorena al verme entrar, depositó la copa en el mostrador y se aproximó a mí con su enigmática y sensual sonrisa en los labios, y poniendo sus manos sobre mis hombros depositó dos soberbios besos en mis mejillas, justo en la comisura de los labios, pudiendo apreciar la humedad de sus carnosos labios. Sin soltarme, acercó su mejilla a la mía y me susurró al oído:

* Vamos a tener una comida de lo más divertida, ya lo verás.

Sin esperar respuesta, se giró y comenzó a caminar con un erótico contorneo de sus caderas sabedora que mis ojos no se apartaban de su figura.

Saludé a Fernando y el me contestó con un simple movimiento de cabeza y una leve y forzada sonrisa. Aún desconocía el tono de su voz, ya que en ningún momento había salido una sola palabra de su boca. Sin duda, la voz cantante la llevaba Lorena.

Tomando una copa de aperitivo, estuvimos charlando de cosas intranscendentes hasta que un camarero, vino a comunicarnos que teníamos la mesa dispuesta y que podíamos pasar cuando quisiéramos a dar cuenta del ágape que previamente había solicitado Lorena.

Nos acomodamos en la mesa del comedor que teníamos reservada, discretamente apartada de las demás mesas del restaurante. Lorena se sentó a mi derecha y Fernando a mi izquierda. Al tomar asiento Lorena me sorprendió que me mostrara de forma descarada el diminuto triangulito de su tanga, que a duras penas podía ocultar sus abultados labios vaginales, guiñándome un ojo al tiempo que se dibujaba en su rostro una provocadora sonrisa, comenzando una conversación de lo más intrascendente que continuó mientras dábamos buena cuenta a los entrantes y al primer plato a base de una exquisita parrillada de pescado.

Me sentía muy bien con la conversación de Lorena, pero había algo que me intranquilizaba: me daba la sensación dejaba fuera de ella a Fernando, como si no existiese, por otro lado su coqueta manera de darme golpecitos en el antebrazo mientras hablaba y de vez en cuando tomándome la mano y apretándome levemente con la suya, me dejaba totalmente desconcertado. De haber estado solos, no le hubiese dado la más mínima importancia, sencillamente una coquetería femenina, pero Fernando, su esposo, se encontraba frente a ella, contemplando impasible los descarados escarceos y carantoñas de su esposa hacia mi persona.

Estando los tres esperando que nos sirviesen el segundo plato, Lorena me volvió a sorprender de nuevo con su coqueta y resuelta forma de comportarse, apoyando su mano izquierda en mi antebrazo nuevamente, se disculpó ante nosotros con la excusa de ir a retocarse el maquillaje al baño, mientras su mano derecha, bajo la mesa, se apoyó en mi pierna deslizando sus dedos hacia la entrepierna, rozando con sus largas y cuidadas uñas mis atributos, y aproximando su mejilla a la mía, me susurró al oído:

* Quiero quitarme una cosita que me está empezando a molestar.

Creo que es ese momento cierto rubor apareció en mi rostro, dirigiendo mi mirada a Fernando, que continuaba con su rostro impasible, como si nada fuera con él. Cuando Lorena se alejó, me dirigí a su esposo.

* Lorena es un auténtico encanto de mujer, te felicito por ello.
* Gracias Antonio, - me contestó - es muy inteligente y trabajadora. El negocio lo lleva ella prácticamente en su totalidad y a pesar de que la idea inicial fuese mía, he quedado relegado prácticamente a ser "el chico de los recados".
* Tiene una personalidad bastante fuerte y las ideas muy claras ¿no? Y seguro que sois muy felices en vuestro matrimonio.
* Veo que te has percatado que es una mujer con carácter y dominadora... en cuanto a nuestro matrimonio, imagino que como todos, unos días mejores que otros. Por cierto, te diré que le has caído muy bien y te está tomando muchísima confianza. Seguro que hacemos muy buenos negocios juntos, porque tus productos la vuelven loca y sabes que en el comercio, si estas convencido de la calidad de lo que vendes, puedes convencer con facilidad a los clientes y asegura la venta.
* Gracias por tu sinceridad Fernando. Si es así, a buen seguro que a todos nos beneficiará esta relación comercial.
* ¿Interrumpo algo importante? - Nos sorprendió la alegre voz de Lorena.
* Estábamos hablando de negocios. – sentenció escuetamente Fernando.

Lorena, al sentarse, me miró como una gata en celo, y abriendo levemente las piernas, como por descuido, me mostró disimuladamente su desnudo y depilado pubis. La copa que sostenía en la mano casi se me cae de la impresión, y la lujuriosa mirada de tan seductora dama, hizo que fluyera en mí la testosterona a límites insospechados.

Bien es cierto que Fernando, si se enfadaba, podría propinarme unos buenos mamporros y yo poco o nada podría hacer para evitarlo, ya que su corpulencia era muy superior a la mía, pero intentar poseer a una mujer como Lorena, bien podría valer la pena correr el riesgo de terminar en un hospital. Quería saber hasta donde podía llegar con Lorena. Si ella me provocaba, yo aceptaría el envite y la provocaría a ella.

Nos sirvieron finalmente unas deliciosas paletillas de cordero al horno, y bajo la mesa, la puntera de la bota de Lorena no paraba de acariciarme suavemente la pantorrilla; sus miradas hacia mí, cada vez eran más lascivas y seductoras, sus golpecitos en mi antebrazo cada vez eran más prolongados y provocadores, rozando su rodilla con la mía, ocasionalmente colocando su mano en mi pierna a acercándola peligrosamente a mis atributos y yo, cada vez estaba más excitado aunque coaccionado e incómodo por la presencia de su esposo.

En un momento determinado decidí jugar fuerte. Miré a Fernando, que continuaba igual de inexpresivo y ausente que a lo largo de toda la comida. Miré directamente a los preciosos y expresivos ojos de Lorena, que tenían una mirada retadora. Mi mano derecha desapareció bajo la mesa buscando los muslos de Lorena. Al notar mi caricia, apareció en su rostro una leve sonrisa al tiempo que sus piernas se separaban, como invitándome a más. Mi mano ascendió en busca de su sexo totalmente expuesto con la postura adoptada por ella. Mis dedos comenzaron a rozar sus labios que se abrieron ante mi caricia dándome paso a su húmeda interioridad. Continué con mis caricias unos instantes hasta arrancarle un leve gemido, que disimuló perfectamente ante Fernando llevándose a la boca un pedazo de carne

* Mmmmm, está "jugosísima", ¿verdad Antonio?

Saqué la mano de su entrepierna y descaradamente me llevé a la boca los dedos que había estado en su interior, saboreando sus aromáticos jugos de "gata en celo", al tiempo que le contestaba:

* Sí, tienes toda la razón Lorena, está jugosísima y sencillamente deliciosa, no me cansaría nunca de comerla.
* ¿De verdad? – Dejó la pregunta en el aire, al tiempo que una risita salió de su garganta.
* Te lo puedo asegurar, algo así de aromático y jugoso, lo puedo estar devorando hasta la extenuación. – Contesté con total convicción.
* Pues la mía está excesivamente pasada y seca para mi gusto. - Manifestó Fernando, ajeno totalmente al doble sentido de nuestra conversación.
* Antonio ¿esta tarde tienes algo que hacer? – Me preguntó Lorena.
* No, nuestra reunión era la última del día, y el inicio de mi fin de semana.
* Si no tienes nada que hacer... podemos prolongar un ratito la sobremesa... tengo entendido que aquí, algunos los postres, pueden ser altamente... ¿cómo diría yo?...
* ¿Sugerentes?
* Sí eso es, sugerentes. Creo que tienen uno altamente afrodisíaco, a base de frutas silvestres y tropicales.
* ¿Afrodisíaco?, eso sí que es "sugerente"... ¿Tú lo vas a tomar Lorena?
* Por supuesto que sí, y te recomiendo que tú también lo tomes. - Su mano derecha desapareció bajo la mesa y apareció entre mis piernas comprobando y palpando mi excitación a través del pantalón, logrando que mi miembro creciera con la caricia recibida de sus dedos.
* Te haré caso, aunque temo por unas consecuencias "negativas" si después...
* No te preocupes por eso – me interrumpió – estoy segura que si sabes buscar, tendrás tu premio.
* Si es así, confío plenamente en tu decisión y tomaré lo mismo.

Acabados los postres, Lorena se excusó de nuevo y fue al aseo a "retocarse el maquillaje", deleitándome con su provocativo contorneo de cadera, sabedora que no le quitaba el ojo de encima de una forma totalmente descarada, a pesar de estar su esposo a escasa distancia, y tras los juegos e insinuaciones mantenidos durante la comida con Lorena, no me explicaba como podía mantenerse tan impasible y ajeno de todo lo que estaba sucediendo en la mesa. Decidí arriesgarme ante Fernando para intuir hasta donde llegaba su pasividad con los escarceos de su esposa.

* Fernando, tu esposa es una auténtica belleza, y muy sexy... imagino que se le insinuarán constantemente los hombres.
* Sí, está muy buena – contestó casi con desgana – y como en todo es muy buena también en la cama, casi diría que insaciable. Estoy convencido que eso lo podrás comprobar tú mismo y luego darme la opinión.
* Perdona Fernando, no ha sido mi intención decir o hacer algo que pudiera molestarte.
* No me ha molestado en absoluto – me contestó con una pequeña carcajada - ¿te puedo preguntar una cosa?
* Sí, por supuesto
* Cuando ha ido al aseo, ha regresado sin el tanga ¿verdad?

Con la pregunta de Fernando se inundó mi riego sanguíneo de adrenalina y mi corazón aumentó las pulsaciones como si estuviese a punto de entrar en combate.

* Por la expresión que has puesto, así ha sido – sentenció Fernando – Antonio, no pienses que no me he dado cuenta de vuestro juego. Hasta has saboreado sus jugos, jajajaja... son deliciosos ¿verdad?
* No puedo negar la evidencia y por lo que veo no te has perdido detalle.
* Tendrás oportunidad de comprender todo cuando podamos conversar tú y yo... en privado. Por cierto, si ahora aparece y no lleva sujetador, la siguiente parada será nuestro domicilio. Sigue los acontecimientos y no te cortes para nada.
* Me sorprendes Fernando y me dejas intrigado con tus comentarios.
* Hazme caso en lo que te digo y comprenderás. ¿te apetece un café y un "chupito" de hierbas?
* Sí, por favor.

La mirada de Fernando era sincera, como la de ese buen amigo de toda la vida que te está aconsejando de corazón y con total nobleza y sinceridad, hecho que aún me dejaba más sorprendido si cabe. Leyendo entre líneas, ¿me estaba diciendo que me follase a su mujer esa misma tarde, delante de sus narices y con su consentimiento? No lo podía creer.

Apareció Lorena justo cuando el camarero nos estaba sirviendo los cafés y los "chupitos" de licor de hierbas, con su traviesa sonrisa reflejada en los labios y como Fernando había vaticinado sin sujetador, dejando ver a través de la transparente seda de su blusa unos preciosos pechos, en su justa medida y proporción al resto del cuerpo, con unos pezones erectos que formaban una pequeña carpa con la fina blusa que los cubría.

* Mmmm habéis leído mi pensamiento, me apetece un café y un sorbito de licor. – manifestó Lorena, al tiempo que tomaba asiento mostrándome nuevamente su entrepierna

Al pobre camarero, de la impresión de ver a Lorena tan sumamente provocativa y poco menos que en "top less", no pudo evitar que la bandeja le cayera al suelo con el consiguiente ruido metálico que inundo la sala.

* Disculpen los señores – dijo el ruborizado camarero, marchando como si le persiguiese el mismísimo diablo.

Dimos buena cuenta de los cafés y de la copita de licor, mientras Lorena continuaba excitándome con sus sensuales caricias próximas a mi entrepierna con sus coquetos movimientos y provocadoras miradas.

* Antonio, me gustaría que nos acompañases a nuestra casa a tomar alguna cosita. – me dijo Lorena con una voz tan eróticamente sugestiva e insinuante que era toda una declaración de intenciones por su parte.
* No quiero ocasionaros ninguna molestia ni entorpecer vuestros compromisos – contesté mirando directamente a sus ojos.
* Para nosotros será todo un placer ser tus anfitriones – Contestó Fernando, al tiempo que me dirigía una sincera mirada de complicidad.
* Así es, será todo un placer para "nosotros" – Sentenció Lorena con su insinuante voz, mirándome directamente a los ojos.
* En ese caso, no tengo excusa que justifique no aceptar vuestra invitación.

Estando organizado el plan para esa tarde, me indicaron que dejara mi coche y fuésemos en el suyo hasta su casa, el cual estaba prácticamente en la puerta del restaurante. Fernando abrió la puerta trasera donde nos acomodamos Lorena y yo, en tanto el, se colocaba al volante e iniciaba la marcha.

Lorena se acomodó de tal forma que sus pechos eran sugerentemente aplastados por la seda de su blusa y su falda quedaba totalmente subida, dejando ante mis atónitos ojos su delicioso sexo. Mi mirada se desplazaba de sus pechos a sus ojos y a su entrepierna sin poder ni querer evitarlo.

Se aproximó en un momento dado y tras morderme con dulzura el lóbulo de la oreja y besarme en la mejilla, me dijo en un susurro:

* ¿Me deseas?
* Sí, te deseo – contesté con un susurro sin separar nuestras mejillas
* Acaríciame, yo también te deseo – dijo al tiempo que comenzó a excitarme al sentir su mano acariciar mi pene sobre el pantalón, apreciando que se estaba endureciendo rápidamente.
* Tu marido está viéndonos por el retrovisor
* Mi marido no es celoso y yo tampoco lo soy... acaríciame, todo mi cuerpo.

Las palabras de Fernando sonaron nuevamente en el interior de mi cerebro "sigue los acontecimientos y no te cortes para nada".

Mis manos comenzaron a jugar con sus pechos sobre la cálida seda que los cubría. Me sorprendió su dureza y turgencia. Comencé a desabrochar uno a uno los botones de la blusa y pronto pude sentir la suavidad de su piel sin barrera ni cortapisa alguna. Sus labios buscaron los míos y los míos buscaban los suyos, y al encontrarse nos fundimos en uno de los besos más tórridos, húmedos y lujuriosos de los que he disfrutado.

La puerta del lado donde se encontraba Lorena se abrió y pude ver a Fernando, como si de un chofer oficial se tratara, quedándose en pié sujetándola.

* Hemos llegado – Dijo Lorena separándose de mí y apeándose del vehículo, siguiendo sus pasos sin apartar la mirada de su soberbio trasero, ahora al descubierto al llevar la falta arremolinada casi en la cintura. En ningún momento trató de recomponer sus ropas.

Al salir del vehículo y cruzar la mirada con Fernando, me sonrió enigmáticamente y guiñó un ojo, dibujándose en su rostro una expresión de complicidad, que no llegaba a comprender por completo en esos instantes.

Cuando alcancé a Lorena, la ceñí por la cintura y caminamos el corto trecho del jardín hasta la puerta principal, que fue abierta por el solícito y servicial Fernando, sujetándola mientras era franqueada por su esposa y por mí. Ya en la espaciosa y luminosa sala primorosamente decorada, Fernando, procedió a abrir una botella de Champagne que estaba guardada en el frigorífico del mueble bar y escanció generosamente el burbujeante vino en dos copas, que puso a nuestro alcance en una bandeja de plata.

* Con el permiso de los señores, me retiro un instante para cambiarme de ropa. – nos dijo Fernando al tiempo que realizaba una leve reverencia, como el más servil de los lacayos.
* Gracias Fernando. Ponte cómodo, ya sabes... – contestó Lorena con los ademanes de una Dama de la Realeza.
* Como mande la Señora - Dicho esto se retiró, desapareciendo discretamente del salón. Ya solos, Lorena chocó su copa levemente contra la mía, dimos un sorbito y me abrazó al tiempo que sus labios se unían a los míos y nuestras lenguas comenzaron una feroz y húmeda pelea.

Las palabras de Fernando se repetían una y otra vez en mi cabeza: "sigue los acontecimientos y no te cortes para nada". Me dejaba llevar, pero había algo que me parecía sumamente raro en esa pareja en el plano sexual... Fernando perfectamente podía ser un "cornudo consentido" o sencillamente el "sumiso" de Lorena, dando una imagen normal hacia el exterior, en su vida cotidiana, pero llevando sus respectivo "roles" hasta límites insospechados en la privacidad de su casa. Esa situación o desconocimiento de la situación, me producía una intranquilidad que no me permitía soltarme y avanzar en esos primeros escarceos, que sin duda me llevarían al Paraíso del placer carnal.

Lorena se separó un instante para dejar su copa sobre una mesa. Ya con las dos manos libre, procedió a quitarme las prendas de vestir que cubrían mi cuerpo, empezando por la chaqueta y la camisa, besando y pasando su cálida lengua por cada centímetro de mi piel que quedaba al descubierto. Sencillamente, me dejaba hacer y disfrutaba del momento, de sus caricias y la sensualidad que aplicaba en ellas.

Contemplando como se peleaba con el cinturón y botones de mi pantalón, mientras su juguetona lengua me hacía unas deliciosas cosquillas en el ombligo, nuestras miradas se cruzaban una y otra vez con la desatada pasión del momento. Pronto me encontré vistiendo tan solo con el ceñido bóxer que llevaba como prenda interior, que marcaba escandalosamente la tremenda erección que tenía en esos instantes.

Lorena acariciaba suavemente mi pene por encima del calzoncillo con la palma de su mano, mirándome y poniendo una cara de puta viciosa que casi daba miedo.

* ¿Quieres que siga? – me preguntó con su seductora y sensual voz.
* Por favor, lo estoy deseando – contesté de forma entrecortada.

Me despojó de la última prenda que cubría mi cuerpo y mi ariete, saltó desafiante quedando a la altura de su respingona nariz. Mirándome con sus preciosos ojos, sin apartar un solo instante su mirada de la mía, me llevó al séptimo cielo cuando, con lentitud exasperante, engulló totalmente mi erecto ariete, hasta que sus carnosos labios rozaron en mi pubis, manteniendo esa misma posición hasta que sus pulmones comenzaron a reclamar oxígeno.

Una vez libre su boca de mi tolete, se puso en pié y dándome un leve beso en los labios me tomó de la mano y nos dirigimos a un enorme sofá, acomodándonos en él muy juntos.

* ¡Fernando, te necesito! – exclamó alzando la voz.

Apareció éste por la puerta al instante. Cuando miré hacia él, imagino que mi cara tenía que ser una auténtico poema, no se si de sorpresa, asombro, estupefacción... o todo ello a un tiempo. El fornido Fernando, con su respetable altura (1,85 m. aproximadamente), con su musculosa y totalmente depilada anatomía, vistiendo tan solo con un precioso tanga de color negro, diminuto y totalmente calado, calzando unos zapatos de mujer, con unos vertiginosos tacones de no menos de 15 cm. que lo elevaban a una altura impresionante. Me fijé en su entrepierna y aún quedé más atónito, al observar que con el diminuto triángulo del tanga que llevaba puesto, era totalmente imposible que sus atributos masculinos, por pequeños que fueran, no asomaran por alguna parte. El aspecto mostrado de su entrepierna, era el mismo que se puede apreciar en una mujer vestida con una prenda similar.

* ¿Me ha llamado la Señora? – contestó Fernando efectuando un leve inclinación, sin que sus palabras lograran sacarme de mi aturdimiento.
* Jajajajaja - La sonora y cantarina carcajada de Lorena, me sacó del "mundo de Yupi" en el que me encontraba en esos instantes.
* Quítame las botas – Ordeno a su servicial... lacayo.

Fernando se puso en cuclillas ante Lorena y con sus piernas abiertas, procedió delicadamente a sacarle las botas a su Señora y esposa. Dada mi proximidad con Lorena, continué observando la entrepierna de Fernando. Definitivamente este hombre una de dos, o no tenía genitales y era un auténtico fenómeno ocultándolos bajo la exigua prenda que portaba y debía ocultarlos.

* Antonio, por tu cara de asombro, tengo la sensación que hay algo que no terminas de comprender – Me susurró Lorena al oído.
* Perdóname... ¿tanto se me nota?
* Jajaja, si tonto... no más que a otros que han pasado por tu misma situación. Creo que tenemos que confesarte nuestro "pequeño secreto".
* Soy todo oído. Sinceramente hay algo que me intriga de vuestra pareja y me impide comportarme con naturalidad.
* Te aseguro que varios hombres en tu misma situación, han salido corriendo por la puerta y no he vuelto a verlos más. Espero que a ti no te pase – Me dijo con una expresión comprensiva en su rostro y con una voz sumamente calmada.

Se levantó pausadamente, liberada de sus botas que tan eficientemente le había quitado Fernando, se aproximó a la mesa auxiliar donde anteriormente habíamos dejado las copas de champagne y regresando pensativamente a mi lado, me entregó mi copa, apurando la suya de un solo trago imitándola por mi parte en su acción.

* Llena las copas Fernando. Verás Antonio, nuestro matrimonio no es del todo convencional. Fernando, en realidad de llama Fernanda. Sí has escuchado bien. Nació con cuerpo de mujer, pero con mente de hombre. En su familia, pronto fueron conscientes de que algo no funcionaba bien al igual que "él" y, cuanto tuvieron la opinión de varios especialistas, iniciaron un tratamiento hormonal para iniciar su cambio de sexo.

Puedes comprobar que todo ese tratamiento, iniciado desde muy joven, ha tenido unos resultados realmente impresionantes. Es todo un hombretón... atractivo, de aspecto viril, una voz varonil, muy agradable y modulada... Por mi parte, siempre fui heterosexual y cuando lo conocí en muy poco tiempo acabé enamorada perdidamente de él. Y obviamente Fernando de mí. A pesar del inconveniente que inicialmente supuso para mí la falta de... tener sexo como yo lo conocía, pronto me convencí que ese no sería el problema fundamental en nuestra especial relación. Hicimos una ceremonia íntima en la que nos casamos y de puertas para fuera, somos un matrimonio totalmente convencional. La mayoría de nuestros amigos desconocen nuestro secreto, y solo los saben los más íntimos y por descontado, la familia mas allegada.

Te preguntarás por el sexo... sencillo y complicado a un tiempo... entre nosotros nos comportamos como dos lesbianas, por tanto yo me he convertido en bisexual convencida. Me encanta hacer el amor con Fernando y de hecho, lo hacemos a diario. Pero, no puedo renunciar a una buena tranca de vez en cuando. Fernando, es consciente de ello, y como es un auténtico encanto de persona, me permite mis escarceos con algún hombre, pero siempre en su presencia. Y hoy, te ha tocado a ti, si decides aceptar nuestra invitación.

Lorena me miraba atentamente al igual que Fernando esperando, quizá, cual sería mi reacción ante semejante confesión. Sinceramente me encontraba impresionado ante tan surrealista pareja.

* Ahora me explico el motivo de que le quede tan maravillosamente bien ese diminuto tanga a Fernando. ¡No tiene nada grueso que ocultar!

Ambos rieron de buena gana mi ocurrencia, que hizo bajar la tensión que en esos momentos se respiraba en la sala.

* Señora, la alcoba está lista. Cuando deseen pueden ocuparla. – Dijo Fernando.
* Gracias Fernando. Antonio, ¿me acompañas al dormitorio o prefieres salir corriendo?

Mirando mi pene, que ante una mujer de bandera medio desnuda como Lorena, y ante la visión y el morbo que me estaba provocando Fernando y especialmente su entrepierna, a la que no quitaba ojo, me encontraba con una erección que no recordaba haber tenido en mi vida. Apuré la copa que tenía en la mano y, ahora ya sin dudarlo, contesté con calma e ironía:

* Lorena, no puedo rechazar una invitación como ésta a una Dama, pero siempre con el consentimiento de tu esposo.
* Tengo una idea, Fernando nunca ha participado en mis esporádicas "relaciones" con hombres, tan solo es testigo ocular, pero hoy quisiera que participara y poder compartirte con él. ¿te parece bien?
* Por mi parte, perfecto – contesté sin apartar la mirada de la entrepierna de Fernando.
* Haré todo aquello que la señora ordene - respondió el bueno de Fernando con una sonrisa de evidente duda ante el evento que se aproximaba.
* Solo una cosa – manifesté - ¿cabe la posibilidad de que en la alcoba seamos tres personas sin distinción de clases?, vamos que Fernando sea tu marido, no el mayordomo de la casa.
* Siii - dijo Lorena entusiasmada ente la idea
* Gracias al Cielo que hay alguien de mente abierta y con sensibilidad con nuestra situación ¿eh cariño? – expuso Fernando.
* Sí mi amor, tienes toda la razón. Este juego de "la Dama y el Lacayo" ya me estaba aburriendo. Vamos al dormitorio.

El matrimonio se ciñó de la cintura y a mí, Lorena, sin ninguna vergüenza, me agarró de la verga con su mano para indicarme el camino hacia su lecho conyugal.

* Fernando mi vida, ¿No deseas probar un poquito la polla de Antonio?
* Sabes que jamás he tenido en mi interior un pene, por ninguno de mis agujeros, pero si te hace ilusión, puedo probar. Esta nueva situación me está excitando sobremanera.
* ¿Qué te parece la ida Antonio?
* Mmmm, nunca he tenido sexo con un hombre, pero si es tu capricho, no me importará montármelo con tu marido... siempre con tu permiso, eso sí.
* Mi permiso, lo tienes y el de Fernando obviamente, también.

Entre Fernando y yo, terminamos de desnudar a Lorena, entre besos y caricias. Y de forma decidida, procedí a retirar la única prenda que llevaba Fernando. Personalmente, tenía una sensación extraña cuando el feliz, raro y desinhibido matrimonio se tumbó en la cama. Por un lado una Lorena, una mujer con un cuerpo espectacular y deseable por cualquier hombre, y por otro Fernando, con un físico no menos espectacular y deseable por cualquier mujer, pero... ¡con una vagina entre sus piernas!.

Les abrí las piernas a las dos, y allí estaban sus cuevas del amor. La vulva de Fernando me pareció casi la de una adolescente, regordeta, con unos labios mayores grandes y carnosos que ocultaban totalmente su interior, parecido a un grano de café. Como colofón, en su parte más elevada, podía apreciarse un clítoris que emergía desafiante y dispuesto a recibir placer; por su parte la vulva de Lorena, era más menuda, y sus labios menores asomaban de forma descarada a través de los labios mayores estando coronados por un rosado botoncito que te invitaba a lanzarte sobre él y saborearlo con la lengua y libarlo con los labios.

Me quedé absorto mirando esas dos preciosas e imberbes vulvas... tan distintas la una de la otra, pero al mismo tiempo, tan deseables. Dudaba por cual empezar a disfrutar.

* Con tu permiso Fernando, pero tu maravillosa esposa me ha estado calentando todo el día y no puedo esperar más para saborearla entera, empezando por su apetecible "conejito".
* Las Damas primero. Permiso concedido – contestó Fernando socarronamente.

Me dispuse a saborear la intimidad de Lorena, quien con los primeros roces de mis labios y mi lengua, comenzó a ronronear y a acariciarse los pechos con las yemas de sus dedos. Fernando por su parte, se apoderó de los labios de su esposa, fundiéndose en un tórrido beso y acariciando sus turgentes pechos, consiguiendo de esta forma y entre los dos que la dama iniciase su camino sin retorno hacia un intenso orgasmo, anunciado con sus gritos de placer, sus convulsiones a lo largo de su esbelto cuerpo e inundando mi boca con una oleada de néctar manado de su, de momento satisfecha, gruta de amor.

* Mmmmm – ronroneó Lorena, ya recuperada de su orgasmo – Fernando cariño, te ha salido un duro competidor. Antonio es todo un artista haciendo sexo oral a una mujer. Diferente a como lo haces tú, pero igualmente satisfactorio y delicioso... chicos, me habéis dejado muy a gusto... pero no totalmente satisfecha.
* Pues por mi parte, sigo con ganas de continuar haciendo sexo oral... y creo que ahora le toca a Fernando, ¿te importa que sea así Lorena?
* Estoy deseando ver si un hombre es capaz de llevar al clímax a Fernando... me excita solo pensarlo – contestó Lorena con una voz cargada de lascivia.
* Antonio, serás el primer hombre al que le permito gozar de mi cuerpo... totalmente y sin límite.

Obtenidos los permisos conyugales, me dispuse a saborear la regordeta vagina de Fernando. Me explayé mirándola de cerca, la acaricié con dulzura con mis dedos y me lacé a saborearla con el mayor de los placeres. Separé sus labios mayores con la lengua en un movimiento de abajo hacia arriba y apoderándome de su grueso clítoris con mis labios iniciando un movimiento de absorción con los mismo, iniciando una rápida masturbación en tan sensible apéndice. No lo debía estar haciendo mal, ya que pronto una serie e hipidos y exclamaciones de Fernando me confirmaban que estaba disfrutando y aún más, cuando sus manos empezaron a orientar mi cabeza, desplazándola y apretándola contra sí, sin cesar de mover su pelvis en perfecta sincronización con sus manos.

Lorena, por su parte, como mera observadora hasta esos momentos, quiso participar en la escena y pasado su mano entre mis piernas, comenzó una sensual caricia con sus unas a lo largo de mi excitadísimo pene, al tiempo que con su lengua, inició un recorrido ascendente desde mis nalgas, a lo largo de toda mi espalda y cuello, hasta apoderarse del lóbulo de mi oreja, momento, en el que mes susurró al oído:

* Está a punto de correrse. En cuanto lo consigas, te lo follas sin compasión. Tú, serás el primero en llenar su coño de leche.

Continué con más empeño si cabe, la placentera tarea de llevar hasta el orgasmo a Fernando, y en un par de minutos, un gutural grito salió de su garganta, y mi rostro quedó totalmente anegado de los abundantes jugos que emanaban sin cesar de aquella preciosa vagina, llegando a mis papilar el dulzón sabor de los mismos.

Obedeciendo a Lorena, me incorporé dispuesto a penetrar a Fernando, siendo su propia esposa quien actuó de "mamporrera", dirigiendo mi ariete hasta embocarlo en la entrada de ese encharco agujero.

Inicié una penetración lenta y pausada, disfrutando el momento. Fernando, al sentir invadida su intimidad, tensó todos sus músculos vaginales, sin que con ello consiguiera evitar tan íntima profanación, pero proporcionándome un placer añadido en la penetración. Lorena, apoyando una de sus manos en mis glúteos, comenzó a marcar el ritmo de la penetración, a tiempo que con la otra, me daba un agradable masaje en los testículos. De seguir al ritmo marcado por Lorena, no tardaría mucho en obtener mi clímax. Fernando, por su parte, imagino que debía estar sintiendo un gran placer, a tenor de los bufidos que emitía y por los movimientos que realizaba en todo su cuerpo.

Mi frente, comenzó a perlarse de sudor al tiempo que mi corazón aumentó el número de pulsaciones por el placentero esfuerzo que estaba realizado en esos momentos.

Un profundo grito de placer afloró de la garganta de Fernando, al tiempo que sus músculos vaginales comenzaron un frenético e incontrolado movimiento debido a sus rápidas contracciones y, empujándome casi con violencia, me quitó de encima suyo, poniéndose de lado en posición fetal, disfrutando de los estertores que le estaba proporcionan su intenso orgasmo.

* Mira su vagina – me grito Lorena.

Dirigí mi vista hacia el lugar indicado, y me quedé asombrado, al igual que su esposa, de ver los bruscos movimientos que los labios mayores de la vagina de Fernando estaban realizado, dando la sensación de que aplaudían el trabajo realizado, y también era asombrosa la enorme mancha de flujos que quedó dibujada en la sábana destilados en los dos fantásticos orgasmos consecutivos obtenidos.

Sentí un sordo dolor testicular. El empujón de Fernando me había cortado totalmente el orgasmo y obviamente, mi organismo, protestó por ello.

Miré a Lorena, que continuaba observando distraídamente las convulsiones vaginales de Fernando, al tiempo que saciaba su excitación acariciándose sus pechos. La tomé por los tobillos obligándola a cambiar a una posición mucho más adecuada para llevar a cabo mi intención de penetrarla de una vez, saciando mis ansias y las suyas de sexo.

* Ahora te toca a ti, princesa – le dije al tiempo que tomaba la posición adecuada para penetrarla – Fernando me ha dejado los cojones bien cargados y tu vas a sufrir las consecuencias.
* Adelante, soy toda tuya.

Sin más dilación penetré, sin brusquedad pero con mucho deseo contenido en las últimas horas de poseer a esa bella mujer. El morbo que me había dado disfrutar del cuerpo de un hombre con intimidad de mujer que me había proporcionado Fernando, estaba satisfecho. Era hora de que las aguas volviesen a su cauce.

Tenía a Lorena profundamente insertada y durante unos instantes permanecí inmóvil mientras observaba su precioso y atractivo rostro: sus ojos, su nariz, esa sensual boca que te invitaba a que la besaras. Su mirada sostenía la mía y nuestros alientos se mezclaban dada la proximidad de nuestros rostros.

* Antonio, tu has tenido ya un considerable esfuerzo. Déjame que sea yo quien te cabalgue.
* Tus deseos son órdenes para mí.

Rodamos sobre el lecho en el que nos encontrábamos y Lorena comenzó a deleitarme con sus sensuales y placenteros movimientos de cadera, de forma lenta y sobre todo, muy profunda. Hacía movimientos circulares, hacia delante y hacia atrás, de izquierda a derecha, proporcionándome mayores sensaciones con cada uno de ellos. Notaba cada vez mayor humedad en su interior, tanta que en un momento dado experimenté un enorme grado de placer al sentir en mi escroto como escurría el torrente de los flujos que salía de su vagina. Mis manos, apoyadas en su cadera, fueros en busca de sus pechos, que fueron amasados, con delicadeza inicialmente y con mayor intensidad a medida que la calentura se apoderaba de nuestros cuerpos.

De forma paulatina, el ritmo que imprimía Lorena fue en aumento, hasta que llegado un momentos, varió sus movimientos, iniciando un mete saca tan rápido y violento, que Fernando, recuperado de su éxtasis nos estaba observando detenidamente, debió de pensar que su esposa estaba tratando de domar un caballo salvaje.

Lorena alcanzó un orgasmo tan brutal, intenso y explosivo, que en mi pene pude apreciar con total nitidez como quedaba totalmente envuelto en sus espesos, calientes y lubricantes néctares vaginales que me llevó irremediablemente a uno de los orgasmos más intensos y largos de mi vida, mezclándose ambos efluvios y escurriendo al exterior, con el grato estímulo que sentía en mi escroto, sentir el río de los cálidos líquidos que salían a borbotones en las ya pausadas embestidas que mutuamente nos proporcionamos, depositándose en una enorme mancha que se fue formando sobre la sábana.

Nos tumbamos los tres a que las pulsaciones de nuestros corazones se normalizaran y reponer un poco las fuerzas para continuar... por mi parte al menos.

Fernando rompió el silencio:

* Muchas gracias por compartir a Antonio con migo, Lorena. Ha sido fantástico. Imagino que no todos los hombres son iguales en el sexo.
* ¿Has disfrutado en ésta tu primera vez con un hombre, Fernando? Tu coñito, ha estado un buen rato aplaudiendo el polvazo que te ha metido, jajajajaja
* Sí muchísimo y muy intensamente. Primero con su lengua. Dios, ha sido increíble y después, sin dejar que me recuperase el pollazo que me ha metido... sencillamente genial. ¿Y tú? ¿Has disfrutado con Antonio?.

Yo continuaba totalmente ajeno a la conversación que mantenía la extraña pareja.

* Sí, igual que tu... sin lugar a dudas, el mejor amante varón que he tenido... que hemos tenido, mejor dicho. Te quiero Fernando.
* Y yo a ti, Lorena.

Ambos se fundieron en un tórrido y húmero beso. En esos momentos, me excusé y fue al baño, donde me aseé adecuadamente. En esos instantes pensé que lo mejor sería marchar y dejar al feliz matrimonio disfrutando de su sexualidad... me consideraba el tercero en discordia, el hombre que había encendido la mecha de la pasión carnal desenfrenada para ese fin de semana, y por otra parte, aunque me hubiese gustado repetir con otro asalto de buen sexo compartido con tan inusual pareja, era el momento de dejarlos solos para que se demostraran mutuamente su amor. Lorena, me sacó de mis pensamientos

* ¿Te marchas ya Antonio?
* Sí Lorena. Ha sido la mejor tarde de sexo de mi vida y he disfrutado como en muy contadas ocasiones, pero creo que a partir de ahora queréis estar solos.

Lorena me dio un cálido beso en los labios.

* Gracias por todo Antonio
* De nada princesa, ha sido un auténtico placer para mí.
* ¿Repetiremos otro día?
* Solo me lo tienes que decir.
* Entonces, hasta pronto.
* Hasta pronto.

A día de hoy, seguimos teniendo una magnífica relación comercial. Continuamos viéndonos de vez en cuando en su casa, donde compartimos momentos maravillosos los tres. Fernando, finalmente se sometió a una operación quirúrgica en la que le transformaron su preciosa vagina en un pene. A partir de ese momento, la relación que manteníamos los tres quedó interrumpida. Aunque siempre he tenido la duda, por su forma de mirarme Fernando, si no echa en falta aquellos magníficos polvos que pegábamos, cuado su intimidad aún era femenina.
© TONY